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Reportaje:CULTURA Y ESPECTÁCULOS

Isla Negra abre sus puertas a Nicanor Parra

La Casa Museo de Pablo Neruda festeja el 90º cumpleaños del creador de la 'Antipoesía' con una 'antiexposición'

Pablo Neruda ha prestado su casa para que comience la celebración de los 90 años de Nicanor Parra, el creador de la Antipoesía. La Casa Museo de Isla Negra, en el litoral central de Chile, donde descansan los restos de Neruda, es un lugar que Parra, el creador irreverente, suele observar con prismáticos desde su refugio en la localidad de Las Cruces, algunos kilómetros más al sur de Isla Negra. El autor de Meditaciones del Cristo de Elqui y Hojas de Parra, acostumbra también a girar sus prismáticos 180 grados para observar, en un pelado cerro de Cartagena, otros tantos kilómetros más al sur, la tumba de Vicente Huidobro.

La invitación de Neruda, materializada a través de la Fundación que lleva su nombre, marca la reconciliación definitiva de dos grandes creadores chilenos, que, aunque nunca fueron enemigos declarados, durante mucho tiempo mantuvieron cierta distancia no exenta de sarcasmo. Cuando en los años cincuenta Parra saboreó el éxito que Neruda ya disfrutaba, tras la publicación de Poemas y Antipoemas, le preguntaron si aspiraba a ser el mejor poeta de Chile. "No, me conformo con ser el mejor poeta de Isla Negra", respondió el hermano mayor de Violeta Parra, la inmortal folclorista chilena, en una clara alusión a Neruda, instalado ya en la que fue su casa más apreciada.

"Prefiero ser un poeta de La Reina [un municipio de Santiago] que de la Isla", comentó en otra ocasión Nicanor Parra, cuyo cumpleaños, que se cumple exactamente el próximo 5 de septiembre, se celebra bajo el lema A 90 Parras x año.

En La Reina, donde Parra vivió muchos años, está también Michoacán, la casa que Neruda compartió con Delia del Carril, La Hormiguita, a la que abandonó tras enamorarse de Matilde Urrutia y que, en los años cuarenta, fue el centro de la bohemia literaria chilena, con fiestas que duraban días. En esas reuniones no era extraño toparse con Rafael Alberti, David Alfaro Siqueiros y otras figuras de la intelectualidad hispanoamericana, y también con Nicanor Parra, que se alejó, tal vez dolido por la traición de Neruda a Delia.

En la Casa Museo de Isla Negra se celebra desde ayer una antiexposición, en la que el antipoeta "se cuadra y descuadra" en 90 cuadros íntimos sobre momentos de su vida, que incluyen una relación cronológica de sus artefactos (textos) y fotografías inéditas, además de la película Cachureos, de Guillermo Cahn, sobre su vida. "Es un homenaje de poeta a poeta, yo diría de amigo a amigo", explicó Francisco Torres, secretario ejecutivo de la Fundación Neruda. "Parra es, sin duda, de forma incuestionable, una importantísima figura a nivel mundial y qué mejor que decirle, cuando está vivo y plenamente lúcido, lo que significa para las letras, al menos hispanoamericanas", añadió. La exposición contiene además una colección de análisis críticos de la poesía de Parra por parte de autores como Mario Benedetti, Harold Bloom, Enrique Lihn y Roberto Bolaño. El programa no prevé que Nicanor Parra hable, pero Francisco Torres recordó que el antipoeta "juega a Hamlet y finalmente él verá si aparece y cómo va a aparecer". La exposición será instalada el 30 de septiembre en la casa de Nicanor Parra en Las Cruces y será la primera en el recién creado Centro Cultural Nicanor Parra. Hasta el momento, el antipoeta guarda silencio sobre su presencia o no en la fiesta, pero sobre sus 90 años escribió, cómo no, un artefacto:

"Lo que pasa es yo dispongo de un aliado muy poderoso: Cronos".

Nicanor Parra.
Nicanor Parra.

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