Las claves de un siglo de historia fratricida
José Luis Abellán aborda en este ensayo sobre las dos Españas los orígenes y consecuencias del fenómeno que sesgó la vida nacional desde la primera guerra carlista, en 1833, hasta la última guerra civil, en 1936, a lo largo de un siglo. Sus numerosas causas, que el autor lúcidamente encara, impidieron la vertebración de la nación española y dibujaron en clave trágica su trayectoria estatal. La propuesta explicativa de Abellán se remonta al solapamiento ideológico de religión y nación que, por exigencia del combate acometido contra la invasión islámica, ya en la Alta Edad Media, fraguó de manera inextricable y derivó en gravísimas patologías políticas. Ello impidió emancipar la esfera de la identidad nacional del ámbito de la moral-religiosa católica, trabazón cebada además por otras circunstancias muy adversas. En tan prieto vínculo cobró fuerza la Inquisición, vigente desde 1481 hasta 1834, a cuya siniestra estela, prolongada en el tiempo un siglo más y esculpida por el miedo, la delación anónima y la intolerancia, José Luis Abellán atribuye el origen de la escisión entre las dos Españas. La mentalidad inquisitorial, asegura, convirtió a quien no sintonizaba con el marco creencial propio en enemigo, antiespañol o réprobo. De ahí su corolario de guerra, represión y exilio, que abarcaría desde judíos y moriscos, en los siglos XV y XVII, a jesuitas en el XVIII, y liberales y afrancesados en el siglo siguiente, para signar cruelmente centurias enteras de la vida española. El autor, catedrático de Historia del Pensamiento Español, sitúa asimismo en otra circunstancia de grave alcance, ya intuida por Miguel de Unamuno, la perpetuación de los enfrentamientos que hirieron tan cruel y dualmente a la nación: la Ley de Jurisdicciones, una norma promulgada en 1905, que atribuyó al Ejército la definición y custodia del patriotismo y, por ende, desproveyó al poder civil de tal cometido. Proyectada su influencia incluso en el Código de Justicia Militar franquista, vigente hasta entrada la Transición, aquella ley sentó las bases del intervencionismo militar del siglo XX en su coartada dictatorial. Sin embargo, la argumentación del autor adquiere suprema originalidad al establecer que España se halla hoy ya plenamente vacunada contra aquel guerra-civilismo, que definió un siglo entero de historia fratricida. El paliativo idóneo es, para José Luis Abellán, la Constitución de 1978, cuya vigencia, cada día que pasa, fortifica un poco más la democraticidad española y la convierte, a juicio suyo, en irreversible.
Ensayo sobre las dos Españas Una voz de esperanza
José Luis Abellán
Península. Barcelona, 2011
163 páginas. 19,90 euros (electrónico: 15,80)
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