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EL RINCÓN

Panero en la isla de Nunca Jamás

En un tiempo lejano, Leopoldo María Panero (Madrid, 1948) imaginaba ser Peter Pan volando junto a Campanilla: "El desvío en la ruta, la visita a la Isla-Que-No-Existe, está previsto en el itinerario. Cruzarán el cielo otros nombres hasta ser llamados, uno tras otro, por la voz de la señora Darling". Ahora, aposenta la pesada sombra que nunca le abandona en una silla de la terraza Nuevo Río del parque de Santa Catalina, uno de los puntos canallas de Las Palmas de Gran Canaria, "el único bar de la isla donde no me han intentado envenenar". Arrastrado, tal vez, por un sentimiento oceánico, el poeta recaló hace años en este enclave del archipiélago y prodiga sus trabajos y sus días en el citado establecimiento, donde dicta a un conocido los versos que su mano temblorosa ya no puede escribir. Hijo del poeta falangista Leopoldo Panero, con cuyo fantasma mantiene un interminable exorcismo, Leopoldo María sostiene: "Por lo visto el 'elefante blanco' del 23-F era yo. Me utilizaron como un muñeco para unas elecciones trucadas". El autor de Agujero llamado Nevermore remata: "Allí cobró todo el mundo menos yo. Bueno, ni yo ni Milans del Bosch, que por eso se pasó todo el juicio diciendo: 'Qué asco, qué asco, qué asco". España sólo le merece desdén: "Si el capitalismo, como decía Deleuze, es un sistema profundamente analfabeto, España es más analfabeta aún que el capitalismo". Mientras saluda a la fauna habitual del parque, Panero habla de sus autores y libros predilectos: Dogma y ritual de la alta magia, de Eliphas Levi -"en los manicomios está perseguido el ocultismo porque está prohibido el sueño"-; Swedenborg -"decía que el fin del mundo ya había tenido lugar y que estamos todos muertos"-; George Herriman -"sus dibujos son muy esquizofrénicos, hay paisajes con sombras lunares. No se sabe si Krazy Kat es gato o gata. Es masoquista, después de cada ladrillazo del ratón le asciende un corazoncito"-; Victor Tausk -"un psicoanalista que se suicidó después de una entrevista con Freud"-; Gabriel Bocángel -"este mundo, república de viento / que tiene por monarca un accidente"-; Kafka -"en La colonia penitenciaria describe el capitalismo como una sociedad en la que está prohibida la situación"-. El escritor cita y recita torrencialmente hasta para explicar su experiencia insular: "Aquí me siento como el Robinson de Michel Tournier. Es un mundo sin Otro, y cuando aparece Viernes es ya otro que otro". Perlas de sentido que no admiten la ilación del discurso "normal", las palabras de Panero se desgranan como cuentas de un collar roto. Mientras, la sombra del poeta que un día soñó que era Peter Pan se extiende sobre su isla de Nunca Jamás.

"Aquí me siento como el Robinson de Tournier. Es un mundo sin Otro, y cuando aparece Viernes es ya otro que otro", dice Leopoldo María Panero.
Foto: José Carlos Guerra
"Aquí me siento como el Robinson de Tournier. Es un mundo sin Otro, y cuando aparece Viernes es ya otro que otro", dice Leopoldo María Panero. Foto: José Carlos GuerraJOSÉ CARLOS GUERRA

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