"Hay quien defiende la Biblia como un libro de astronomía"

Habla de forma pausada, como para dar tiempo al prójimo a interiorizar sus argumentos. Y no es para menos. Francisco José Ayala, doctor en Biología incombustible y uno de los principales expertos mundiales en evolución, participa a sus 76 años en diversas investigaciones desde California, entre ellas estudisos sobre la malaria y el mal de Chagas, "algo tengo que hacer con mi tiempo libre", aseguraba ayer en Bilbao. Hoy será investido doctor honoris causa por la UPV.

Pregunta. ¿La ciencia nunca va a sustituir a la religión?

Respuesta. No. Un ejemplo sencillo es el Guernica de Picasso, una de mis obras favoritas. Se pueden describir las coordenadas de cada pincelada, pero no nos dice su significado, de los horrores de la guerra. Podemos hacer la descripción científica más detallada, pero esto nunca nos va a dar el significado del cuadro.

"España invierte en investigación casi lo mismo que países subdesarrollados"

"Hay muy buenos investigadores, pero no encuentran trabajo aquí"

P. ¿Este razonamiento es el que le ha impulsado a refutar los planteamientos del creacionismo en Estados Unidos?

R. Sí. Se trata de hacer ver que el creacionismo no es ciencia, es religión. No se debe pretender mezclarlo en las clases de ciencias de los colegios. La visión religiosa del individuo no nos explica la dimensión fisiológica.

P. Ha comentado que el creacionismo se ha extendido.

R. No se va extendiendo. Lo que ocurre es que somos más conscientes de que existe. Ahora se habla de ello, se sabe que hay gente que defiende la Biblia como si fuera un libro de astronomía o de física. Esto es completamente contrario a la tradición cristiana. El principio de la Iglesia, de san Agustín y de los padres del cristianismo, es que la Biblia no nos enseña cómo fueron hechos los cielos, sino cómo ir a ellos.

P. Usted ha contribuido intensamente a la teoría de la evolución. ¿Es la evolución infinita?

R. La evolución no va a dejar de ocurrir, pero la humana es trivial con respecto a la cultural, porque esta última se modifica más rápido. Ahora no evolucionamos cambiando nuestros genes para que se adapten al ambiente; ahora lo cambiamos para adaptarlo a nosotros. No volamos porque tengamos alas, ni nadamos porque tengamos agallas, sino porque somos capaces de crear tecnología. Así, estamos generando nuevos desafíos.

P. ¿Se provoca una evolución biológica a través de la cultural?

R. Sí, solo que la segunda está cambiando en una escala de cientos de miles de años, frente a los meses o años necesarios para la evolución cultural.

P. ¿La sociedad está preparada para afrontar estos cambios?

R. Tendrá que estarlo, como ya hace para los ecnológicos.

P. ¿Teme que cuando los avances lleguen a la sociedad se genere, por ejemplo, una brecha sanitaria entre la sanidad pública y la privada?

R. Es posible, pero el sector público trabaja más rápido. Las instituciones privadas suelen ser más conservadoras.

P. Apelamos a la sociedad del conocimiento, pero ¿cree que en España las universidades tienen la suficiente potencia como para poder generar las bases de esta nueva sociedad?

R. Están haciendo cosas importantes, pero tienen recursos muy limitados. El Gobierno español y los regionales están invirtiendo en investigación mucho menos de lo que deberían. El porcentaje de PIB que destina España a este campo es casi el de un país subdesarrollado. Eso tiene consecuencias. Una es que va a a seguir desangrándose con la fuga de cerebros. Hay muchos buenos científicos en España, pero no consiguen trabajo aquí.