"Afortunadamente, el PNV vuelve al respeto al marco constitucional"
O la consejera Gemma Zabaleta disimula muy bien o no le ha hecho la mínima mella el acuerdo PSOE-PNV para el traspaso de las políticas activas de empleo. Su alegría por ir a tener las competencias parece desmentir que el Gobierno haya recibido ese acuerdo como un desdoro. "Mucho mejor que anteayer [antes del acuerdo]", se declara con énfasis nada más recibir a EL PAÍS el viernes en su despacho. Y más: "El lehendakari y el Gobierno son más sólidos con la transferencia que sin ella", afirma tajante.
Pregunta. ¿Tendremos que concluir que están encantados de que el PNV les haya movido el árbol para ahora recoger ustedes las nueces?
Respuesta. El inicio de este partido lo pitó el Gobierno al declarar su prioridad esa transferencia y pitará también el final . En el ínterin, el PNV se ha incorporado a él. Bienvenido. Yo siempre he dicho que le preferimos en el acuerdo que fuera de él, y en el veto, como hizo el año pasado. Si además del Gobierno se suma la oposición, más fácil es alcanzar el objetivo.
"Es muy de valorar que el PNV se acerque de nuevo a lo posible"
"En Euskadi hay ya una gran transversalidad en la práctica"
"Las bonificaciones no dejarán un euro en Euskadi: irán a la Seguridad Social"
"Hay que superar la lectura morbosa de quién gana y quién pierde: gana Euskadi"
P. Pero no negará que el lehendakari sufrido un nuevo golpe amigo a su liderazgo.
R. Lo habría sido si él no hubiera liderado de antemano la cuestión, o si se hubiera desentendido del traspaso tras el veto del PNV. Eso sí fue más intolerable como actitud del Gobierno español. Ahora la transferencia se culmina y este Gobierno ha tenido a 100 personas en 14 grupos trabajando en ella, ha marcado las condiciones, la hoja de ruta y la línea roja de la unidad de caja de la Seguridad Social, que el PNV ha aceptado. Hay que superar esa electura irremediable por el morbo, de quién gana y quién pierde; gana la sociedad vasca que tendrá un servicio de empleo efectivo y gana el Estado, que tendrán presupuestos. Y los intereses de ámbos no son antagónicos.
P. Pero a ustedes les daban el traspaso en 327 millones y al PNV en 472, al incluir las bonificaciones.
R. Ni un euro de ese dinero añadido se va a quedar en Euskadi. Es dinero que nos descontaremos del cupo, en la cuantía que la Seguridad Social nos pase sus certificaciónes anuales, pero para ingresarlo en su tesorería. Lo importante es que nos permitirá hacer el novedoso servicio de empleo que tenemos diseñado con los 327 millones nosotros que habíamos negociado. En lo otro, sólo cambia la mano que paga.
P. En todo caso, ¿por qué lo imposible durante dos decenios, se hace posible en tres semanas?
R. Habría que ver si los términos que el PNV ha aceptado son los mismos que planteaba en otras épocas.
P. ¿No lo son? Usted tiene el documento para verlos.
R. En una negociación no todo son los papeles. Juegan mucho las voluntades, las intenciones... y para los Gobiernos del PNV las políticas activas eran una ola que emergía y desaparecía durante años, no una prioridad. Ellos tienen que explicar por que en 16 meses vamos a tener algo que no llegó en 25 años. Nadie ofrece a la sociedad una hoja de servicios mejor que el PSE.
P. ¿Esa pregunta será trasladable a Felipe González, José María Aznar y el propio Zapatero y su argumento de que las bonificaciones eran caja única?
R. Las negociciones son cosa de dos, pero en Euskadi las responsabilidades se las tenemos que pedir a quien ha gobernado aquí. El PNV optó por transmitir que el Estatuto no servía para nada y que había que ir a otra cosa. Cuando en la agenda política se tiene esa prioridad, y no la de negociar el Estauto existente, es difícil el acuerdo. Afortunadamente, ya no estamos en ese PNV, sino en otro que vuelve al desarrollo estatutario en parámetros respetuosos con él y con el marco constitucional. Esa es la posición de la que el socialismo no se ha movido nunca, y hay que aplaudir y celebrar que el PNV haya vuelto a ella.
P. ¿Cree coyuntural o estratégico ese cambio? ¿Han elegido campo respecto a la acumulación soberanista?
R. Eso le toca decirlo al PNV.Pero si el acuerdo ha sido posible es porque se ha sido respetuoso con los marcos estatutario y constitucional. Eso es un paso importante del PNV, muy a valorar, porque significa acercarse a lo posible y no aventurarse por lo imposible.
P. ¿Hace posible un mayor acercamiento, también en Euskadi, entre socialitas y peneuvistas, esa opción preferida por la mayoría? ¿Vamos hacia la famosa transversalidad?
R. Los acuerdos entre formaciones políticas son mucho mayor de lo que parece. Lo que ocurre es que mediáticamente es más rentable el conflicto. Los acuerdos de estabilidad institucional y presupuestaria con el PNV, o su no oposición a los presupuestos del Gobierno y la colaboración interinstitucinoal cotidiana están ahí; hay más acuerdos que desacuerdos. Es decir, en la práctica, hay una transversalidad real en Euskadi, mucha más de la que cabría esperar tras un pacto con el PP, que pareceía antagónico a todo lo demás. No ha sido así gracias a una forma de gobernar y a la centralidad política del PSE.
P. Acuerdos en Madrid y transversalidad práctica en Euskadi; ¿no acabará siendo este Gobierno apoyado en el PP una anomalía que rechina en ese panorama de entendimientos con el PNV a superar?
R. No. Está hecho para cambiar la agenda política vasca, plasmar otra forma de gobernar, romper estándares de bloques y sustituirlos por la búsqueda de acuerdos con todos. Es un ejemplo más de la pluralidad en la forma de gobernar.
P. ¿No estará en riesgo después de las elecciones municipales?
R. No. Los pactos dependerán de resultados, pero la gran oportunidad del cambio no es gobernar, sino hacer visible que es posible que gobiernen otros distintos, de otro modo y conciliando intereses.
P. Ve posible una segunda legislatura con esta fórmula?
R. ¿Por qué no si todo se desarrolla como hasta ahora? Nosotros tenemos que hacer creíble, posible y buena la fórmula. Y la sociedad se pronunciará.
P. Los Gobiernos centrales no están en el fondo más cómodos con los nacionalistas en los ejecutivos periféricos y piensan que aquí paz y allí gloria?
R. Esa ha sido la tónica general, aquí y en Cataluña, pero se trastocó con los dos tripartitos catalanes y con el pacto del cambio en Euskadi. Zapatero pasó la prueba de fuego y ha sobrevivido. Se ha puesto a prueba aquel esquema histórico y se ha demostrado que el tripartito catalán ha sido compatible con los acuerdos PSOE-CiU, y que es compatible nuestro Gobierno socialista con los acuerdos que ahora se alcanzan con el PNV.
Perfíl
Gemma Zabaleta (San Sebastián, 1957) es consejera tras haber disputado a Patxi López la secretaria general del PSE. Su experiencia ejecutiva parte en 1988 como directora de Renovación Pedagógica y más tarde diputada foral de Servicios Sociales en Guipúzcoa, al tiempo que concejal en Andoain y Urretxu. Se implicó en Ahotsak con la izquierda abertzale tras la tregua de 2006. Ahora piensa que algo así "no tiene cabida".
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