Los frentes de Hamás
La organización islamista aplica en Gaza los métodos de la "guerra contra el terror"
La policía de Hamás y un grupo palestino próximo a Al Qaeda, Jund Ansar Alá, se enfrentaron a tiros durante el viernes y la madrugada del pasado sábado en la franja de Gaza. Los combates se saldaron con una veintena de muertos, entre ellos varios niños que los contendientes no respetaron, y más de un centenar de heridos. El episodio es grave no sólo por el abultado balance de víctimas, algunas de ellas civiles ajenos a la refriega, sino también porque revela la explosiva realidad en el interior de Gaza tras el ataque israelí de principios de este año. Aunque las consecuencias para los habitantes de la franja fueron devastadoras, tanto en términos humanos como materiales, Hamás interpretó el desenlace en términos favorables a sus intereses: convirtió en resonante victoria el hecho de no haber sucumbido ante uno de los ejércitos más poderosos del mundo.
Desde entonces, Hamás se ha considerado con fuerza suficiente como para intentar una nueva vuelta de tuerca en la islamización de la sociedad palestina. Pero están siendo los propios habitantes de la franja, tanto agnósticos como creyentes, quienes oponen mayor resistencia. Se trata de un desafío que hasta ahora Hamás se había visto obligado a manejar con cautela, puesto que una represión más contundente para imponer su programa máximo podría acarrearle una sustancial pérdida de votos en las próximas elecciones, decisivas en su lucha con Al Fatah y con la posibilidad de seguir manteniendo el control de Gaza con un mínimo barniz de legitimidad. Pero la aparición de Jund Ansar Alá ha venido a complicarle las cosas, puesto que le ha abierto un nuevo frente en su propia retaguardia: este grupo próximo a Al Qaeda reprocha a Hamás la lentitud en la islamización de Gaza y las treguas periódicas con Israel. Es decir, lleva el discurso islamista hasta sus últimas consecuencias, sin modularlo, según hace Hamás, con el componente nacionalista de su teoría y acción políticas.
La brutalidad en la respuesta al desafío de Jund Ansar Alá significa que Hamás ha emprendido su particular "guerra contra el terror" en el territorio que controla, reproduciendo a la escala de sus posibilidades los mismos métodos de los que, en ocasiones, ha sido víctima. Con ello, Hamás podría estar poniendo en marcha dentro de Gaza el mismo mecanismo infernal que avivó las llamas de Oriente Próximo en fechas no tan lejanas.
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