Del Olmo falla
Con su sentencia, admitiendo que el vocablo zorra, dicho por un hombre a su esposa, no es insulto ni vejación, sino que alaba la astucia de la pareja, el juez Del Olmo ha indignado a gran parte de la sociedad y no solo a las mujeres o a las feministas radicales. Por mucho que el juez utilice seis de las nueve páginas de que consta la sentencia, para citar otras sentencias, muchas del Supremo, en las que basa su fallo, su señoría falla, vamos que se equivoca.
Y se equivoca porque, aun admitiendo que ciertas palabras en principio insultantes puedan ser dichas sin esa intención, el sujeto que pronunció el insulto ya tenía antecedentes por malos tratos, y es de lógica suponer que no estaría alabando la astucia de su esposa para llegar a fin de mes, cuando la comparó con la hembra del zorro.
Si pretende dar a la palabra zorra un contenido polisémico, el juez Del Olmo se equivoca.
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