Las bicicletas podrán ir a contramano y con remolque
La ordenanza de movilidad llega con retraso y sin fondos para educar
La nueva ordenanza de movilidad será una revolución para los ciclistas. La normativa, que llega con retraso, abre un hueco a las bicicletas. Ganarán protagonismo y espacio en las calles de Madrid de la noche a la mañana. Y puede que pillen por sorpresa al resto de conductores, porque el cambio no incluirá las campañas de concienciación que el Ayuntamiento había previsto antes de su puesta en marcha. La crisis les ha dejado sin fondos para educar, según una portavoz municipal.
La normativa, prevista para septiembre, se retrasa además hasta noviembre por un error de forma y llegará con más novedades. Entre otras, la posibilidad de que los ciclistas circulen en sentido contrario y con remolques para transportar niños.
La ordenanza, aprobada ayer en la junta de gobierno local, debe pasar aún por comisión hasta su aprobación definitiva en el pleno de noviembre. El retraso en la tramitación, según fuentes municipales, se debe a "un error de forma". El borrador de la ordenanza se expuso a información pública en julio con un texto al que le faltaban cuatro párrafos, lo que obligó a repetir el proceso de recepción de alegaciones, que dura un mes.
Entre las principales novedades, permite a los ciclistas ocupar el centro del carril y obliga a los coches a circular más despacio cuando tengan bicicletas delante. Los ciclistas pueden pasar, con limitaciones, por zonas peatonales y reservadas a taxis y autobuses urbanos.
Vecinos y asociaciones presentaron 113 alegaciones a la ordenanza de movilidad, de las que 13 aludían al asunto ciclístico. Las sugerencias de los ciudadanos han provocado la modificación de 13 artículos de un bloque de 50. Por ejemplo, la citada circulación a contramano, que queda recogida de forma "excepcional" para tramos que incluirán señalización específica. Diversos colectivos (como CC OO o Ecologistas en Acción) reclamaron también que se reduzca el límite de velocidad en ciudad de los 50 kilómetros actuales a 30 por hora. El Ayuntamiento, que no ha incluido aún esta sugerencia, sí se ha comprometido a elaborar "un estudio pormenorizado" para establecer esa limitación por zonas.
El uso de remolques para el transporte de personas, también reclamado en las alegaciones, se permitirá siempre que los pasajeros viajen con casco. Igual que los coches tienen que respetar a la bici (reduciendo incluso la velocidad a 30 kilómetros cuando coincidan con ellas), los ciclistas tendrán que hacer lo propio con los peatones. Las bicis deberán adaptarse a la velocidad de los viandantes en calles peatonales y no podrán hacer "maniobras negligentes y temerarias" cuando haya peatones cerca, según explican desde el Ayuntamiento.
La apuesta normativa por la bici llegará coja. Uno de los planes principales para que el madrileño se acostumbrara al ciclista era el plan municipal de alquiler de bicicletas (MyBici), al que el Ayuntamiento renunció en mayo con el recorte presupuestario. Fue la segunda vez que Gallardón aplazó un plan ya implantado en otras grandes ciudades españolas como Barcelona, Zaragoza o Sevilla.
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