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El triste final de la 'Maddie' mexicana

La madre de Paulette Gebara, principal sospechosa de la muerte de la niña

Salvador Camarena

"Sin pruebas, no hay crimen". Esta frase no ha sido extraída de ninguna serie policíaca. La pronunció hace unos días Lissette Farah, principal sospechosa de la muerte de su hija, Paulette Gebara Farah, de cuatro años, cuya desaparición se denunció en México el 22 de marzo y fue encontrada el miércoles sin vida en su habitación con síntomas de asfixia.

El caso, que ha consternado a la sociedad mexicana, ha sido bautizado como el de la Maddie mexicana por las similitudes con la desaparición de la niña británica Madeleine McCann cuando estaba de vacaciones con su familia en Portugal en 2007. En este caso, como en aquel, los padres han sido señalados como posibles sospechosos, aunque el caso Maddie sigue sin resolverse. La mencionada frase "sin evidencia, no hay crimen" fue grabada por la policía hace unos días, cuando empezaron a sospechar de la madre. En un audio se escucha a Lissette Farah en su casa mientras explica a su otra hija, de siete años, qué hacer para no despertar sospechas.

Paulette nació en una familia con dinero. La zona de Interlomas, donde desde hace nueve años viven los Gebara Farah, es uno de los barrios insignia del poderío económico de Huixquilucan, municipio colindante con la ciudad de México. La niña vino al mundo con discapacidades motrices y de lenguaje, producto de su nacimiento a las 25 semanas de embarazo. Requería una atención permanente que, además de sus padres, le procuraban dos niñeras. Fue una de ellas la que en la mañana del lunes 22 de marzo descubrió que la pequeña no estaba en su habitación.

La familia avisó ese mismo lunes a la policía de la desaparición de la niña. En cuestión de horas Paulette se convirtió en centro de atención de las redes sociales en Internet. Fotos en las que aparecía vestida con vistosos disfraces, sonriente, comenzaron a circular a través de correos electrónicos, a aparecer en carteles, a convertirse en una imagen común en las avenidas de la capital.

Pero muchas cosas no cuadraban en su desaparición. Su precaria salud anulaba la posibilidad de que se hubiese escapado. Pero tampoco había rastro de que un extraño hubiera entrado en la casa. El secuestro se descartó: nadie contactó con la familia para pedir un rescate. Mientas, las comparecencias de los padres ante los medios sólo provocaron que las dudas se multiplicaran. "¿Así vas a salir en la televisión?", recordaba una periodista de Milenio TV que le dijo Mauricio Gebara a su mujer, vestida en chándal, unos minutos antes de la entrevista.

Si existe algún comportamiento especial que se debe mostrar cuando uno ha perdido a su hijo, sea cual sea, nadie nunca lo vio en Mauricio o Lissette. "Estoy tranquilo", llegó a decir el padre a El Universal cuando la niña llevaba días desparecida. El padre alegaba que estaba seguro de que su hija no estaría lejos.

A la semana de la desaparición, la policía decidió sellar el piso de los Gebara Farah. La última persona que entró al cuarto de la niña, según informó el propio procurador de Justicia, fue la madre, que pidió pasar para coger un jersey. Mauricio, Lissette y las dos niñeras fueron detenidos el lunes pasado para mantenerlos incomunicados en un hotel de Toluca, capital del Estado de México. Las autoridades explicaron que tal medida obedecía a que los principales testigos habían caído en contradicciones y que preferían mantenerlos aislados.

La medianoche del martes miembros de la policía científica llevaron a cabo la tercera reconstrucción de los hechos. Y fue cuando ocurrió el hallazgo. El cuerpo sin vida de Paulette, envuelta con unas sábanas, estaba en su habitación, semioculto, entre el colchón y la base de madera del mismo. En el mismo dormitorio en el que su madre, sentada en la cama, dio varias entrevistas a los medios.

Alberto Bazbaz, procurador de Justicia del Estado de México, informó esta semana de que Paulette murió por asfixia y que la personalidad de la madre había generado dudas, hasta el punto de pasar de testigo a sospechosa. Sin embargo, no especificó una fecha posible de la muerte, menos aún un móvil o lugar de la muerte. Tampoco explicó cómo el cadáver fue encontrado en la habitación nueve días después de que los investigadores tomaran las riendas, o si la niña murió después de que se denunciara su desaparición.

Cartel con la imagen de la niña Paulette Gebara Farah, en una calle de México.
Cartel con la imagen de la niña Paulette Gebara Farah, en una calle de México.ASSOCIATED PRESS

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