_
_
_
_

Los talibanes matan a balazos a 10 miembros de una misión médica

Los insurgentes les acusaban de propagar el cristianismo en Afganistán

Las fuerzas de seguridad afganas informaron ayer de la recuperaron de los cuerpos de ocho cooperantes médicos occidentales y dos intérpretes locales que fueron muertos a balazos por los talibanes el jueves en una remota área al noreste del país. Los extranjeros eran seis americanos, una británica y un alemán, todos personal sanitario cooperante de una organización caritativa que opera en Afganistán desde los años 60.

Los fallecidos, miembros de la ONG cristiana Misión de Asistencia Internacional (AIM en sus siglas en inglés), habían estado recorriendo las provincias de Badajshán y Nuristán en los 15 días previos a su asesinato, atendiendo a enfermos y heridos. El jueves, un grupo de insurgentes les sorprendió en el distrito de Karan wa Manjan, en la provincia de Badajshán. Les registraron, les quitaron todas sus pertenencias y en cuestión de minutos dispararon contra el personal médico y sus dos intérpretes, según un testigo. Un portavoz talibán aseguró a la agencia Associated Press que tenían sospechas de que la labor humanitaria del grupo escondía un programa de evangelización y de conversión de los musulmanes afganos al cristianismo. El único testigo que ha podido contar lo sucedido es el conductor de la expedición, que según su propio relato le dejaron vivo porque se arrodilló con el Corán en la mano, recitando diversos versículos del libro sagrado de los musulmanes y rogando que no le mataran.

La ONG trabaja en el país asiático desde hace varias décadas
Más información
Viuda, encinta... y muerta por adúltera

Entre los asesinados se encuentra Tom Little, un oftalmólogo, padre de tres hijas, de Nueva York, que había dedicado los últimos 30 años de su vida a trabajar de cooperante en Afganistán. Sobrevivió a la guerra soviética, al ascenso de los radicales islámicos y a la invasión norteamericana. Sus problemas con los talibán venían, sin embargo, de largo. En agosto de 2001 le expulsaron del país, acusándole de hacer proselitismo del cristianismo. Volvió después del derrocamiento del régimen fundamentalista por parte de las tropas de EE UU, en noviembre de aquel mismo año.

"No podemos confirmar todos los detalles, pero trabajamos con las autoridades locales para averiguar la nacionalidad e identidad de esas personas", aseguró la portavoz de la Embajada de Estados Unidos, Caitlin Hayden.

Los gobernantes de Nuristán sabían que las vidas de esos cooperantes corrían riesgo. De hecho, el gobernador de la región, Jamaludín Bader, envió a sus policías a principios de semana para asistirles y protegerles en el camino. Cuando entraron en la provincia de Badajshán, en el extremo nororiental del país, les dejaron solos. Fueron asesinados horas después.

Según la ONG para la que trabajaban, los médicos estaban finalizando su misión e iban a regresar a Kabul. Esa organización se define como una agrupación cristiana que ofrece al pueblo afgano programas médicos y educativos. "Esta tragedia afecta negativamente a nuestra capacidad para seguir ayudando al pueblo afgano, tal y como AIM ha hecho desde 1966. Sólo podemos esperar que no detenga nuestro trabajo, que beneficia a aproximadamente a 250.000 afganos cada año", dijo en un comunicado.

Según el último informe anual de la ONG, los médicos de AIM se centran sobre todo en proveer de atención oftalmológica a las comunidades más depauperadas de Afganistán. En 2009 atendieron a 179.646 pacientes que padecían algún tipo de dolencia ocular. También ofrecen atención médica primaria y psiquiátrica.

Tom Little, tercero por la derecha, asesinado en Afganistán.
Tom Little, tercero por la derecha, asesinado en Afganistán.AP

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_