El presidente yemení reaparece desde Arabia Saudí
La televisión yemení emite una alocución de Ali Abdulá Saleh, en la que se abre al diálogo, pero no habla de retorno
Con la cara quemada, los brazos vendados y aspecto débil ha reaparecido el presidente de Yemen, Ali Abdulá Saleh, un mes después de sufrir un atentado en Saná. En el breve mensaje difundido por la televisión yemení y grabado de antemano, Saleh ha responsabilizado a "terroristas enemigos del país y su desarrollo" de la explosión en la que resultólastimado el 3 de junio y en la que murieron 11 personas y hubo 124 heridos, entre encargados de su protección y altos funcionarios que le acompañaban. Desde el día siguiente, cuando el mandatario fue trasladado a la vecina Arabia Saudí para su tratamiento, Yemen se encuentra sumido en la incertidumbre política.
El ataque contra Saleh se produjo en un momento de gran tensión, cuando uno de los jefes tribales más poderosos del país, Sadeq al Ahmar, le estaba lanzando un pulso en las calles de Saná aprovechando la revuelta popular contra sus 33 años de Gobierno. Su evacuación por razones médicas hizo temer que el vacío de poder alentara un golpe de Estado. Aunque la mediación saudí logró frenar a todas las partes, la precaria tregua alcanzada no ha evitado que la situación económica y social haya seguido deteriorándose, ni que grupos islamistas cercanos a Al Qaeda hayan tratado de beneficiarse del desgobierno en algunos puntos del país.
La decisión de mostrarse ante los yemeníes trata sin duda de atajar esa situación y proyectar una imagen de control. Saleh ha hecho un llamamiento al diálogo y dijo respaldar tanto la iniciativa de los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) como los esfuerzos de su vicepresidente, Abd Rabbo Mansur Hadi, en la búsqueda de una solución política. Horas antes, Hadi había presentado a la oposición una variante de la propuesta del CCG en la que el presidente sólo le transferiría parcialmente el poder y el periodo transitorio hasta las elecciones se extendería más allá de los dos meses propuestos. No está claro que los opositores vayan a aceptar.
Ocho operaciones
Las imágenes de Saleh, ataviado con la túnica blanca y tocado con el pañuelo a cuadros blancos y rojos tradicional de la península Arábiga,han confirmadola gravedad de las heridas que sufrió en el ataque. Su cara, prácticamente negra por las quemaduras, hacía difícil reconocerle. El propio presidente ha mencionado que había sufrido "al menos ocho operaciones quirúrgicas".Ha agracedidoal rey saudí el trato que está recibiendo en su país, pero no se ha pronunciado sobre cuándo estará en condiciones de regresar a Yemen.
"Aquí las cosas están cada vez peor", ha señalado a este diario un profesional de Saná a quien el presidente no convenció. "Se le veía muy débil y cansado, además el vídeo estaba muy editado, había cortes como si se hubiera grabado en varias tomas", ha añadido.
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