La policía china permite a la esposa de Ai Weiwei visitarle

El artista y disidente chino Ai Weiwei se encuentra aparentemente bien de salud y está recibiendo la medicación que precisa, según ha asegurado su esposa, Lu Qing. La policía permitió ayer a Lu visitar a su marido, quien está detenido en paradero desconocido desde que el pasado 3 de abril fue arrestado en el aeropuerto de Pekín, cuando se disponía a viajar a Hong Kong, camino de Taiwan, donde iba a organizar una futura exposición.

La policía llevó a Lu el domingo por la tarde a un lugar sin identificar, donde vio por primera vez al artista desde que fue arrestado. "Pude ver que tenía los ojos enrojecidos. Estaba claro que no podía expresarse libremente y que no actuaba de forma natural ni siquiera conmigo. Parecía contenido, su cara estaba tensa", ha asegurado hoy su mujer a la agencia Associated Press. Lu ha dicho que Ai no estaba esposado, que vestía su ropa habitual y lucía su característica barba. Otras dos personas estuvieron presentes durante el encuentro, que duró alrededor de 20 minutos. Una de ellas tomaba notas.

Tan solo les fue permitido hablar sobre la familia y la salud de Ai. El artista, de 53 años, padece hipertensión y diabetes. "No pudimos hablar de las acusaciones de delito económico (de las que es objeto) y otras cosas", ha asegurado Lu. El artista, cuya tensión es controlada siete veces al día, come y duerme bien, según su mujer.

"Se sentaron separados por una mesa. Parece ser que le han cuidado, está tomando sus medicamentos a sus horas y puede pasear. No les dejaron hablar de otras cosas", ha dicho Gao Ge, hermana de Ai Weiwei.

Tras la visita, los amigos sospechan que el artista está bajo vigilancia residencial en algún lugar en las afueras de Pekín, no en la cárcel. Esta fórmula permite, según los expertos, mantener aislada a una persona hasta seis meses, en lugar de 30 días en caso de detención criminal, y podría estar siendo utilizada por la policía para legitimar una detención prolongada e incomunicada fuera de una prisión normal.

Gao ha asegurado que la familia se siente aliviada al saber que Ai Weiwei se encuentra bien, pero ha afirmado que espera que el Gobierno aclare su situación, ya que aún no se les ha notificado dónde se encuentra ni de qué se le acusa. Las autoridades han afirmado que está siendo investigado por "delitos económicos", de los cuales no han dado detalles.

El motivo, sin embargo, parece claro. Ai Weiwei es uno de los artistas de vanguardia chinos de mayor proyección internacional y gran crítico con el régimen de Pekín, y las autoridades han querido silenciarlo, como parte de la campaña de represión lanzada desde mediados de febrero por miedo al contagio de las revoluciones que han sacudido el Norte de África y Oriente Medio. Decenas de disidentes, abogados de derechos humanos, abogados, blogueros y artistas han sido arrestados, condenados por "subversión" o se encuentran ilocalizables. Algunos de ellos han sido golpeados mientras estaban bajo custodia.

La detención de Ai ha provocado un profundo rechazo entre la comunidad artística tanto china como internacional, aunque pocos creadores dentro de su país se han atrevido a alzar la voz en su defensa por miedo. Quienes lo han hecho, como Zuoxiao Zuzhou, músico y amigo de Ai desde hace 18 años, han sido interrogados o advertidos por la policía.

Los seguidores del artista pequinés han circulado decenas de miles de mensajes en Internet pidiendo su liberación, a pesar de que su nombre está bloqueado en microblogs (servicios de mensajes cortos) como Sina Weibo. La alternativa utilizada para referirse a él -'ai weilai' (amo el futuro), que suena también como 'quiero que Ai Weiwei vuelva'- ha sido censurada igualmente.

El artista británico de origen indio Anish Kapoor ha dedicado su monumental instalación 'Leviathan' -realizada en el Grand Palais de París, y que fue desvelada el pasado 10 de mayo- a Ai Weiwei. Kapoor, que ha expuesto anteriormente trabajos en Pekín, ha calificado la desaparición de Ai de "bárbara" y "ridícula", y ha pedido al mundo del arte que se una en torno al creador chino. Kapoor ha propuesto que museos y galerías de todo el mundo cierren un día en señal de apoyo.

Ai Weiwei ha utilizado crecientemente su arte y su popularidad en los últimos años para intentar impulsar cambios en la sociedad china con la intención de "acercar la democracia" a su país. Es hijo de Ai Qing, uno de los mejores poetas chinos del siglo XX.