La policía alemana revela un atentado fallido en dos trenes
Las bombas no llegaron a explotar por errores de fabricación
La policía alemana reveló ayer que dos trenes regionales fueron el objetivo de un atentado fallido con bombas el pasado 31 de julio, obra, presuntamente, de un grupo terrorista asentado en el país y vinculado con la crisis de Oriente Próximo. La policía busca a dos individuos que pudieron haber dejado dos maletas con explosivos en los trenes. Junto a ellas, había un texto en árabe y números de teléfono libaneses.
Según informó ayer el jefe de la policía criminal (BKA), Jörg Ziercke, aún no se ha producido ninguna detención. Pero las autoridades esperan que los ciudadanos aporten nuevas pistas, tras colgar ayer un vídeo en Internet (www.bka.de) que muestra a los dos sospechosos en el momento de subir a los vagones, y ofrecer una recompensa de 50.000 euros por datos que conduzcan a su detención.
Las dos bombas no llegaron a detonar por errores de fabricación. En cada maleta había una botella de gas de 11 litros y tres botellas de plástico de litro y medio llenas de gasolina que debían explotar con un despertador común. "Habría sido tan dramático, que nunca en Alemania lo hubiésemos podido imaginar", declaró Ziercke.
Las dos detonaciones debían producirse simultáneamente a las 14.30, diez minutos antes de llegar a la estación. A diferencia de los atentados de Madrid en 2004 y Londres en 2005, los trenes iban relativamente vacíos, al no ser hora punta. Los individuos que las colocaron no eran suicidas: se bajaron antes de la hora prevista para la detonación.
Una de las maletas fue encontrada en Dortmund, en un tren procedente de Aquisgrán con destino a Hamm, y la otra en otro tren que cubría la ruta Mönchengladbach-Coblenza. Las depositaron dos hombres de entre 20 y 30 años que subieron a los trenes con minutos de diferencia en el mismo andén de la estación de Colonia, momento que recoge el vídeo. El primero de ellos llega al andén arrastrando una pesada maleta de ruedas y con un ordenador portátil al hombro. El segundo aparece poco más tarde, con una gran mochila a la espalda y tirando de otra maleta similar a la de su compañero. Lleva una camiseta de fútbol blanca de la selección alemana con el número 13, el de Michael Ballack. Se cree que los dos terroristas ya han abandonado el país en dirección a Oriente Próximo.
La fiscalía cree que se trata de una organización terrorista residente en Alemania. Por el hallazgo de números de teléfono libaneses, una lista de la compra escrita en árabe y una bolsita de un condimento libanés, se cree que las bombas debían dar un aviso relacionado con la guerra en Líbano.
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