El narcotráfico se reorganiza en México

El presidente de México, Felipe Calderón, ha asegurado que la acción de su Gobierno contra los organizaciones de narcotraficantes "está forzando a una recomposición de los mismos y a una confrontación que se registra no sólo frente al poder público sino particularmente, y de manera muy, muy intensa, entre los propios carteles".

El jefe del Ejecutivo aseguró, a requerimiento de los periodistas tras un encuentro con la canciller alemana Angela Merkel, que "de ninguna manera el Gobierno mexicano claudicará" en la lucha contra el narcotráfico.

La voluntad de Calderón de acabar con las organizaciones de narcotraficantes en México le ha llevado a emplear más de 25.000 efectivos militares en esta tarea desde 2006. Sin embargo, en lo que va de año han muerto más de 1.300 personas en crímenes relacionados con la droga y la violencia se ha recrudecido en las últimas semanas.

La situación es particularmente tensa en el estado de Sinaloa, al noroeste de Ciudad de México, que acoge a uno de los cárteles más activos del país. El hijo del jefe de este cártel, Joaquín El Chapo Guzmán fue asesinado en Culiacán, capital de Sinaloa, el pasado 8 de mayo a manos de una banda rival.

El enfrentamiento con los poderes públicos se ha saldado con el asesinato de varios jefes de la policía local y federal. El pasado día 10, Juan Antonio Román, director de la policía municipal de Ciudad Juaréz fue tiroteado supuestamente por un grupo de narcotraficantes. Dos días antes había sido asesinado a manos del cártel de Sinaloa Edgar Millán, uno de los principales jefes de la Policía Federal en la lucha contra el narcotráfico. Al menos, otros cinco policías han muerto en México a manos del narcotráfico en lo que va de mes.