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Snoop Dogg y Dr. Dre reviven el sonido gangster de la costa oeste en su primer álbum juntos en 30 años

El dúo publica ‘Missionary’, un álbum que tiene colaboraciones con Method Man, Sting y el fallecido Tom Petty

El rapero Snoop Dogg, durante un partido de baloncesto de la Universidad del Sur de California.
El rapero Snoop Dogg, durante un partido de baloncesto de la Universidad del Sur de California.Eric Thayer (AP)
Luis Pablo Beauregard

Snoop Dogg ha recordado al mundo este viernes que es algo más que una omnipresente celebridad del mainstream de Estados Unidos. Después de ser durante el verano una especie de mascota del equipo olímpico de su país en los Juegos de París, el rapero ha lanzado finalmente Missionary, el esperado álbum que lo reúne con Dr. Dre por primera vez en 31 años. Al dúo le precede el éxito logrado en 1993 con Doggystyle, el disco que catapultó a Snoop Dogg a la fama. Un sitio que no ha abandonado desde entonces.

Snoop Dogg, cuyo nombre real es Calvin Cordozar Broadus, ya no ocupa el trono del hip hop de la costa oeste. Él mismo reconoce que ese sitio lo tiene ahora Kendrick Lamar, quien ha lanzado un reciente álbum sorpresa, GNX. Snoop, de 53 años, y Dre, de 59, forman parte de la corte real del género, como probaron con su aparición en el espectáculo del medio tiempo del Super Bowl en 2022. La idea de colaborar nuevamente juntos sobrevolaba desde entonces, pero el álbum tardó en materializarse. Dre terminó de mezclar las 16 canciones en septiembre para un lanzamiento originalmente pensado para noviembre.

El secreto se ha levantado esta mañana. El dúo había adelantado un par de sencillos, entre ellos, Gorgeous, con la cantante de R&B angelina Jhené Aiko y Skyscrapers, junto a Method Man, uno de los miembros originales de WuTang Clan, y Smitty, un rapero de Florida que tiene varios créditos escribiendo rimas para otros. Los temas confirmaban que Snoop volvía a los sonidos de los noventa, a cantar sobre el sexo y la lujuría y a retomar la temática del gangster rap, un controversial género que marcó la música estadounidense de aquella década.

Missionary hace referencia a la postura sexual (el arte del álbum es el envoltorio de un condón), y al papel que ambos han jugado abriendo camino al rap desde California al resto del mundo. Es también una clara muestra del poder que tienen los artistas en la industria de hoy. Last Dance With Mary Jane contiene el sampleo del éxito del desaparecido Tom Petty, cuyos derechos de uso deben costar una pequeña fortuna. En manos de los raperos, el tema subraya el uso de la marihuana, una sustancia que han celebrado desde los años de The Chronic, el álbum que Dre publicó en 1992.

El productor ha calificado el álbum en la prensa como una obra de madurez y un proyecto que lo apasiona. Snoop admite que la base de su audiencia ahora es mucho mayor. Ya no solo se compone de los fanáticos del gangster rap de los años 90, cuando era un género marginal en la industria y que ha crecido desde entonces hasta ocupar un destacado pedazo del mercado. La necesidad de llegar a otros públicos explica algunas de las colaboraciones de Missionary. En Another Part of Me repiten la receta de Petty con la ayuda de Sting. Utilizan Message in a bottle, que The Police grabó en 1979. La canción ha debutado en las listas de éxito este viernes en la décima posición y le ha brindado al músico británico su primera aparición en las listas de rap. Sting, quien no conocía a Snoop, fue invitado a rapear para la colaboración, pero quedó intimidado un poco por la velocidad de su compañero de letras, así que se limitó a tocar la guitarra para la base del tema.

Ni Snoop ni Dre son lo que eran a finales de los ochenta, talentos que buscaban hacerse un nombre con crónicas sonoras de los jóvenes soldados de las pandillas de Los Ángeles. Hoy son consolidados empresarios de bolsillos profundos. Snoop cobra unos 250.000 dólares por escribir 16 versos a cualquiera que desee colaborar con él. La lista de quienes han pagado esta tarifa es muy larga y llega incluso a géneros como el regional mexicano.

Snoop ya luce canas en las rastas y se ha convertido en el amable rostro que vende al consumidor estadounidense un amplio catálogo de productos que van desde estufas portátiles, seguros, bebidas alcohólicas, teléfonos móviles y productos comestibles de marihuana. La fortuna de Dre (Andre Young) ronda los 500 millones de dólares, lo que hace uno de los raperos más ricos por detrás de P Diddy y Jay-Z, quienes están en sus horas más bajas.

Si algo ha demostrado la pareja es que no se la piensa dos veces antes de capitalizar éxitos del pasado. Dre y Snoop Dogg lanzaron este año una marca de ginebra y un cóctel de este alcohol con jugo de fruta. La ginebra, llamada Still G.I.N, es un guiño a uno de los temas más famosos de Doggystyle, el álbum de letras de sexo explícito acompañadas de beats cargados de bajo y funk hechos por Dre. El productor solía llevar al estudio la mezcla para beber directamente de una botella de galón de leche. El anuncio que han sacado para promocionar el producto, en cambio, está lleno de lujo y elegancia. Dre y Snoop llegan a una fiesta, donde atrapan la atención de Frank Sinatra y Sammy Davis Jr., generados por inteligencia artificial. Los miembros del Rat Pack, deslumbrados por el estilo de los raperos, se sientan a la mesa para compartir tragos. Es una confirmación de que los cuatro personajes están a la altura y forman parte de la cultura americana.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.
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