La carrera hacia la Casa Blanca, cada vez más complicada
Los resultados de las elecciones primarias celebradas el pasado martes en los estados, de Kentucky, Tennesse, Arkansas, Idaho, Nevada y Oregón dejan la carrera hacia las nominaciones demócrata y republicana más abierta que nunca, cuando se llega al término de la actual campaña de elecciones primarias.
Ahora se puede afirmar, más rotundamente que antes, que ni del lado republicano, ni del demócrata, parece haber un candidato seguro de conseguir el número suficiente de delegados, como para poder ser elegido en la primera votación de su convención nacional respectiva. Por supuesto, hay favoritos tanto de un lado, cómo de otro. En el partido republicano, el presidente Ford, que sigue en cabeza en el número de delegados, parece tener más oportunidades de conseguir la investidura que Ronald Reagan. En el campo demócrata, Jimmy Carter sigue sumando delegados a los ya conseguidos y lleva una enorme ventaja a sus seguidores.Pero ahora, ni Ford ni Carter pueden estar seguros de obtener al final del proceso de las primarias, el número de delegados suficiente, como para ser elegidos en la primera vuelta de las votaciones de la convención de sus partidos.
Ford se repartió con Reagan las victorias en las elecciones del martes, mientras que Carter tropezó nuevamente en tres estados: Idaho, Nebraska y Oregón, lo que le imposibilita ya para alcanzar los 1.500 delegados necesarios; todo lo más que podrá conseguir el ex gobernador de Georgia será entre 1.200 y 1.300 delegados.
Resultados
Aunque todavía no se conocen los resultados totales, el balance de las elecciones de anteayer ha sido el siguiente. En Kentucky, el presidente Ford venció a Reagan, por 51 por 100 frente a 47 por 100. En el bando demócrata Carter obtuvo el 59 por 100 de los votos, aplastando a todos sus rivales.En Tennesse, con cerca del 90 por 100 de los votos escrutados, Ford sacaba a Reagan una ligera ventaja del 1 por 100. Carter venció ampliamente, con un 78 por 100 de los sufragios.
En Arkansas, era Reagan el vencedor cuando estaba a punto de terminar el recuento, con un 63 por 100 de los votos, frente al 36 por 100 de Ford. Por parte demócrata, Carter venció nuevamente con el 63 por 100.
En Nevada, Reagan se impuso a Ford con unas cifras iniciales del 66 por 100, frente al 29 por 100 obtenido por el presidente. En el campo demócrata fue, Edmund Brown el vencedor, con un 53 por 100.
En Oregón, Ford obtuvo un 52 por 100 de los votos, lo que le dio la victoria frente a Reagan. Frank Church fue el ganador, entre los demócratas, con un 36 por 100.
En ldaho, Reagan superó a Ford por la aplastante diferencia de porcentajes del 72 frente al 25. Por parte demócrata, el senador Church obtuvo una victoria total, con el 80 por 100 de los votos.
El problema que se les plantea ahora, a los candidatos favoritos de ambos partidos es que, de no ganar en la primera vuelta, como parece más que probable, corren el peligro de que aparezca un tercer candidato en la segunda ronda, con el pretexto de unir el partido, dejando fuera de liza a los dos principales candidatos.
De las elecciones primarias celebradas hasta ahora se deduce que Ford es fuerte en el norte y en el centro del país, pero flaquea en el sur y oeste, que son feudos de Ronald Reagan. Carter, por su parte, no puede proclamar que sea figura popular en el oeste con los resultados del martes.
Quizá ni Reagan, por una parte, ni Brown o Church, por otra, sean alternativas válidas a Ford y Carter, para sus respectivos partidos, pero los tres están poniendo en tela de juicio el liderazgo de los favoritos en principio y, cuando esto ocurre, todo puede ser posible.
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