Rusia retirará en un mes sus tropas de Georgia
Medvédev y los dirigentes europeos, encabezados por Sarkozy, confirman que unos 200 observadores civiles visitarán la zona de conflicto
La visita de los dirigentes europeos a Moscú ha traído el efecto deseado por Bruselas. Tras la reunión mantenida este lunes por europeos y rusos, el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, ha asegurado que su país retirará todas sus fuerzas de Georgia, de las zonas adyacentes a Abjazia y Osetia del Sur, cumpliéndose de esta manera el objetivo europeo que pretendía arrancar hoy un compromiso de Moscú tras el conflicto del Cáucaso.
El jefe del Kremlin ha hecho esta declaración en la comparecencia conjunta ante la prensa con el presidente francés y de turno de la Unión Europea (UE), Nicolas Sarkozy, en la que ha destacado que Moscú ha recibido garantías de que Georgia no empleará la fuerza contra Abjazia y Osetia del Sur.
"La retirada (de las tropas) será efectuada en el curso de diez días después del emplazamiento en esa zona de mecanismos internacionales, que incluyen no menos de 200 observadores de la UE, lo que deberá ocurrir no más tarde del 1 de octubre de 2008", ha dicho Medvédev. Este anuncio también ha sido confirmado por el presidente francés, que viaja acompañado del presidente de turno de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el responsable de Política Exterior de la UE, Javier Solana.
Sarkozy logró sellar un alto el fuego entre Tbilisi y Moscú a través de un acuerdo el 12 de agosto y que hasta ahora ha sido interpretado de manera distinta por europeos y rusos. La Unión quería que Moscú cumpliese los seis puntos del pacto y retirase sus fuerzas a las posiciones anteriores a la guerra con Georgia, pero el Kremlin asegura que una provisión del acuerdo le autoriza a aplicar "medidas especiales" para desplegar militares en torno a las regiones separatistas. En esa línea, Moscú no ha cedido en relación a la declaración de independencia de las regiones prorrusas de Osetia del Sur y Abjazia. Medvédev ha asegurado que esta declaración, que no ha sido reconocida por la comunidad internacional, es "irreversible".
Dependencia energética
Con todo, la reunión se ha celebrado con el telón de fondo de la dependencia energética de la UE con respecto a Moscú. Aparte de poner fin a la crisis del Cáucaso, el principal propósito europeo también es encarrilar de nuevo las relaciones con Moscú, que se ha resistido todo este tiempo a abandonar la zona de seguridad y se ha plantado por su solvencia en los suministros energéticos.
La Agencia Internacional de la Energía advirtió esta semana que la UE depende en un 30% de las importaciones de gas y petróleo de Rusia. Esta dependencia es especialmente sensible en algunos países como Finlandia y Eslovaquia, que alcanza el 100%, y Bulgaria, Lituania, República Checa, Grecia y Austria, que alcanza el 70%. Por su parte, la economía de Rusia depende un 70% de sus exportaciones de energía a Europa y representan el 25& del PIB ruso.
Mientras tanto, fuentes oficiales estadounidenses en nombre del vicepresidente, Dick Cheney, que se encuentra en Italia tras su gira por el Cáucaso, han señalado que Rusia quiere arrinconar a Occidente en el mercado energético. Mientras Francia, a través de su presidente, quiere hacer su propia interpretación de la situación intentando acabar con "el seguidismo de EE UU", Washington se mantiene firme y no tiende la mano a Moscú. Las fuentes estadounidenses se han desmarcado al asegurar que Rusia trabaja para que el tránsito de energía pase por sus manos y ha cargado contra la política energética rusa.
La Corte Internacional de Justicia estudia el conflicto
Por su parte, la Corte Internacional de Justicia (CIJ), máxima instancia judicial de la ONU con sede en La Haya, ha abierto esta mañana las audiencias en el caso planteado por Georgia contra Rusia a raíz de la intervención militar de Moscú contra territorio georgiano.
Tbilisi insta al CIJ para que Rusia pare lo que califica de "limpieza étnica" contra sus nacionales en las regiones separatistas de Abjazia y Osetia del Sur. Esta política de "limpieza étnica" no se refiere sólo a los sucesos del pasado mes de agosto, sino a todo el periodo que va desde "comienzos de los 90 hasta la actualidad". Por su parte, Rusia acusa a Georgia de haber cometido crímenes contra la humanidad durante la fugaz ofensiva lanzada a principios de agosto.
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