Obama propone usar las reservas petroleras para abaratar el precio
El candidato promete invertir 150.000 millones de dólares en energías alternativas
Respondiendo al intento de su rival de frivolizar su imagen y su mensaje, Barack Obama abordó ayer un asunto muy serio, probablemente el más serio de todos los que los candidatos se ven obligados a tratar en esta campaña electoral: el precio del petróleo y su repercusión en la economía y en la política de Estados Unidos.
El senador por Illinois plantea un impuesto temporal a las petroleras
El candidato presidencial demócrata propuso utilizar parte del petróleo acumulado en las reservas estratégicas y anunció una serie de ventajas fiscales y programas estatales para aliviar a los ciudadanos de las enormes facturas que tienen que pagar hoy por la gasolina y para construir, a medio plazo, una nueva economía menos dependiente de los combustibles actuales.
Obama advirtió en un discurso que la dependencia energética de este país representa "una de las mayores amenazas para su seguridad". Estados Unidos importa actualmente casi tres cuartas partes del petróleo que consume, en gran medida de países de Oriente Próximo o de Venezuela, con el consiguiente efecto en su política exterior.
Como medida más urgente, Obama sugirió en un discurso sacar al mercado 70 millones de barriles de las reservas estratégicas de Estados Unidos, lo que representa un 10% del total acumulado en depósitos en Tejas y en Luisiana.
El candidato demócrata, que no era partidario antes de recurrir a ese medida de emergencia, consideró ayer que ahora se hace necesario ante el impacto que los altos precios del petróleo está teniendo en cadena en las economías más modestas. La puesta en circulación de 70 millones de barriles -a un ritmo de unos cuatro millones de barriles diarios- podría acentuar la tendencia a la baja que ya desde hace unos días se aprecia en el precio del crudo.
Sumado a esto, Barack Obama propuso un impuesto temporal sobre las compañías petroleras -Exxon presentó la pasada semana los mayores beneficios de su historia- para financiar el pago de un cheque de mil dólares para cada uno de los consumidores afectados por la rápida escalada de precios. Aunque ese ascenso está actualmente contenido, la gasolina cuesta hoy más de cuatro dólares el galón (algo más de un dólar por litro), lo que supone un dólar más que hace un año.
Obama admitió que "ninguna de estas medidas servirá para resolver el problema a largo plazo". "Necesitamos ser más ambiciosos, necesitamos un compromiso para desarrollar nuevas fuentes de energía", dijo.
El objetivo señalado por el candidato demócrata es el de conseguir que en el plazo de unos diez años Estados Unidos deje de ser dependiente o tan dependiente como es hoy del petróleo producido fuera de sus fronteras. Para ello promete una inversión pública de 150.000 millones de dólares en ese plazo para avanzar en toda una gama de energías alternativas, desde los coches híbridos (gasolina y etanol) y eléctricos hasta la tecnología solar, pasando por la investigación de nuevas técnicas de energía de carbón limpia y sin renunciar a la explotación petrolera en áreas en las que actualmente no hay prospecciones.
Obama se había opuesto hasta ahora al levantamiento del veto para realizar prospecciones en las costas norteamericanas debido al riesgo ecológico que ello conlleva. El presidente George Bush y el candidato presidencial republicano, John McCain, han pedido el fin de esa restricción y han hecho de ese asunto una de las principales banderas de la campaña republicana.
Varios congresistas demócratas, sensibles al hecho de que el levantamiento del veto goza de gran popularidad entre los votantes, se han ido situando en las últimas semanas en el campo de los que están dispuestos a estudiar esa alternativa. También Obama aceptó este fin de semana la posibilidad teórica de acabar con el veto a las nuevas prospecciones siembre que sea como fruto de un acuerdo bipartidista en el Congreso y en condiciones de plenas garantías ecológicas.
Su posición sigue siendo, sin embargo, la de que esas nuevas prospecciones no representan una buena opción, sobre todo cuando aún quedan en Estados Unidos enormes extensiones de terreno sin explorar y con permiso para hacerlo.
Este tema va a ser un constante caballo de batalla en esta campaña. El Partido Republicano, que acusa a Obama de estar cambiando de opinión al respecto, quiere suspender las vacaciones parlamentarias hasta que el Congreso vote sobre el levantamiento del veto. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, se resiste a sacar la propuesta a votación hasta que no haya una mayor discusión bipartidista.
La explotación petrolera de las costas norteamericanas es, por lo demás, una iniciativa que desvía la atención del proyecto de largo plazo presentado ayer por Obama en Lansing (Michigan), uno de los templos oxidados de la industria del automóvil. El candidato demócrata pronosticó que la investigación de nuevas fuentes energéticas permitirá el desarrollo de una economía con capacidad de crear cinco millones de puestos de trabajo y de dar paso a una nueva etapa de prosperidad en el país.
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