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Cambio en la Casa Blanca

Obama promete reconstruir América

El presidente electo pone en marcha el mayor plan de infraestructuras de la historia de EE UU - El programa pretende crear 2,5 millones de empleos

Francisco Peregil

Ya ha enseñado sus primeras cartas. A Barack Obama aún le quedan 45 días para asumir el cargo, pero el presidente electo de Estados Unidos quiso insuflar ayer un mensaje de esperanza. Y lo hizo bajo el manto de la inversión pública. En su discurso radiofónico de los sábados, difundido también en Youtube, Barack anunció el mayor plan de inversiones públicas de la historia y supera el de infraestructuras del presidente republicano Dwight David Eisenhower, que impulsó el sistema federal de carreteras y autopistas en los años cincuenta. Con aquel plan, que costó unos 130.000 millones de dólares a las arcas públicas, se construyeron 67.000 kilómetros de carreteras.

Durante su carrera hacia la Casa Blanca Obama había prometido crear un millón de puestos de trabajo durante un periodo indeterminado. Y ayer se comprometió a "salvar o crear" más del doble de lo prometido, "al menos" 2,5 millones de puestos. Lo pretende hacer con el dinero que el Estado recauda de sus ciudadanos y bajo una simple premisa: "Úsalo o piérdelo". Su objetivo es que el nuevo Congreso, que comenzará sus sesiones el 6 de enero, vaya perfilando durante las próximas semanas los detalles del plan para aprobarlo inmediatamente después de que Obama acceda a la presidencia el 20 de enero. Obama advirtió que si un Estado no actúa con rapidez para invertir el dinero de los contribuyentes en puentes y carreteras, simplemente lo perderá.

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La semana pasada Obama advirtió que la crisis alcanzaba "proporciones históricas", que no se podría "perder ni un minuto" y se comprometió a crear o salvar 2,5 millones de puestos de trabajo en los próximos dos años. Se sabía desde hace varias semanas que Obama preparaba un plan de inversiones públicas, aunque evitó aportar cifras sobre el coste de su plan. Ayer tampoco ofreció ninguna. No obstante, muchos congresistas aseguran que podría oscilar entre 400.000 y 700.000 millones de dólares, incluso más. La cifra superaría con mucho los 130.000 millones que Eisenhower destinó en su gran reforma de la red de carretera. El anuncio de Obama ha sido bautizado ya por parte de la prensa estadounidense como el New Deal del siglo XXI

[Nuevo Trato o Nuevo Reparto de Cartas], en referencia a las grandes reformas económicas que a raíz de la crisis de 1929 puso en marcha el presidente Franklin Delano Roosevelt entre 1933 y 1937.

"Necesitamos acción. Y acción ahora", insistió Obama. Con la misma eficacia retórica con la que solía enardecer en los mítines a sus seguidores, Obama volvió a hablar ayer de cambio, volvió a criticar las viejas fórmulas obsoletas de Washington y a recordar los dramas familiares que subyacen detrás de las cifras sobre desempleo. Pero esta vez fue más preciso que nunca. Además de anunciar el mayor plan de infraestructuras desde los años cincuenta recordó que su país es el que más energía consume en el mundo y se comprometió a reemplazar los viejos sistemas de calefacción de los edificios públicos. También prometió emprender el mayor programa de modernización de los edificios de escuelas públicas que Estados Unidos "jamás ha visto". Señaló que pretende potenciar la instalación de banda ancha en los colegios -"Es inaceptable que EE UU ocupe el puesto 15 en el mundo de las adopciones de banda ancha; en el país que inventó Internet, cada niño debería tener la posibilidad de estar conectado"- y modernizar los hospitales con tecnología puntera.

El viernes, justo un día antes de su discurso, los estadounidenses supieron que el país alcanzó en noviembre la peor tasa de paro desde 1993 al subir dos décimas -hasta el 6,7%- y sufrió la mayor pérdida de puestos de trabajo desde 1974, con 533.000 nuevos parados. "Pero esto no se trata sólo de cifras, sino de cada una de las familias que esas cifras representan", indicó ayer Obama.

Los periodistas han preguntado a Obama en los últimos días sobre los detalles del cambio que tanto prometió. ¿En qué va a consistir el cambio si el equipo del que se ha rodeado forma parte de la vieja guardia demócrata y republicana que ha gobernado en Washington en la última década? Paul Volcker, por poner un ejemplo, el director de su Consejo Asesor para la Recuperación Económica, de 81 años, ha desempeñado cargos de alta responsabilidad en los Gobiernos de cinco presidentes. Obama respondió a las críticas alegando que el cambio vendría de él mismo. "He reunido a este equipo porque creo en las personalidades fuertes, pero yo seré quien decida la política a seguir y el responsable de la visión a aplicar", advirtió. Ayer, en un guiño hacia el mensaje de renovación de los clásicos usos de la política en Washington, Obama declaró: "No lo haremos

[el plan de inversiones] a la vieja manera de Washington. No nos limitaremos a lanzar dinero sobre el problema. Mediremos el progreso de las reformas que hacemos y los logros que buscamos con los empleos que crearemos y la energía que ahorraremos".

De momento, el 72% de los estadounidenses respaldan su política de transición, según una encuesta publicada por la revista Newsweek. El 68% aprueba también la elección de Hillary Clinton como secretaria de Estado. Y sólo el 18% de los ciudadanos desaprueba los nombramientos de su Gobierno.

El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, en la convención del Partido Demócrata en Denver en agosto pasado, donde fue nominado para competir por la Casa Blanca.
El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, en la convención del Partido Demócrata en Denver en agosto pasado, donde fue nominado para competir por la Casa Blanca.AFP

Puntos clave

- Reformas en todos los edificios federales para hacerlos más eficientes a la hora de consumir energía. Modernización de los sistemas de calefacción e iluminación

- Grandes inversiones en carreteras, puentes y otras infraestructuras clave para el comercio

- Modernización de todas las escuelas y hospitales. Mejores edificios y más equipados, sobre todo en última tecnología

- Un nuevo y agresivo plan para extender la red de banda ancha a todos los puntos del país

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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