La ONU condena a Italia por devolver por la fuerza a Libia a los 'sin papeles'
La Marina ha entregado ya un millar de africanos a las autoridades de Trípoli
El pasado jueves, tras la cumbre bilateral con España, Silvio Berlusconi afirmó que Italia no viola los derechos humanos de los inmigrantes y sigue siendo un país "cristiano y de acogida". La Alta Comisaria de la ONU para los Derechos Humanos, la juez surafricana Navi Pillay, sin embargo, lo ve de otro modo, y hoy denunciará en Ginebra que la devolución automática de inmigrantes a Libia puesta en marcha por el Gobierno italiano viola la ley internacional y los derechos humanos.
El discurso de Pillay, que será leído hoy en la apertura de la 12ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y fue anticipado ayer en Ginebra, afirma además que, tras el acuerdo bilateral firmado con Trípoli, Roma ha "abandonado y expulsado sin verificar de manera adecuada si se trata de refugiados de guerra o de persecución" a cientos de inmigrantes africanos.
La ONU había sido muy crítica en el pasado con el Gobierno italiano, pero ahora sube el tono de la amonestación: "Las autoridades rechazan a los inmigrantes dejándoles afrontar riesgos y peligros, cuando no la muerte, como si estuvieran rechazando barcos cargados de residuos peligrosos".
El informe reprocha también la introducción del delito de inmigración clandestina, y pide que cese cuanto antes "la detención de los emigrantes irregulares, su criminalización y los malos tratos en el contexto del control de fronteras", ya que, añade, "partiendo del presupuesto de que las embarcaciones en apuros transportan a inmigrantes, otras naves las sobrepasan ignorando las peticiones de ayuda, en violación del derecho internacional". El Alto Comisariado recuerda que esa situación se vive no solo en el Mediterráneo, sino también en el golfo de Adén, el Caribe y el Índico.
Pillay es también muy crítica con la discriminación de los gitanos en 17 países de la Unión Europea, entre ellos España. En Italia, explica, la población de etnia romaní "sufre un trato degradante y existen abundantes pruebas de segregación". Además, cita a Hungría, Eslovaquia y Bulgaria como los países donde se les trata peor. "Conozco los esfuerzos de buena fe para afrontar este problema, pero se debe hacer más para poner fin a esa discriminación", escribe Pillay.
La política contra la inmigración ilegal es uno de los asuntos más controvertidos de la presente legislatura. El ministro del Interior, Roberto Maroni, de la Liga Norte, ha tardado un año en rematar el llamado Paquete de Seguridad, que ha introducido el inédito delito de inmigración clandestina y ha restringido al máximo los derechos civiles de los sin papeles. El acuerdo bilateral secreto firmado por Libia e Italia ha permitido a Roma vigilar las aguas internacionales y devolver barcos de inmigrantes a Trípoli sin comprobar siquiera el derecho de asilo de posibles refugiados.
Desde que el tratado entre Libia e Italia entró en vigor, la Marina italiana ha devuelto ya a más de mil africanos -muchos de ellos eritreos y somalíes- a las autoridades de Trípoli. El régimen de Muamar el Gaddafi los encarcela en 40 prisiones, cuyas condiciones no ha podido evaluar aún la comunidad internacional.
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