Moratinos defiende el "diálogo crítico" con La Habana

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, defendió ayer el "diálogo crítico con el Gobierno cubano y con todos los sectores de la sociedad cubana, incluidos los de la disidencia". En su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Iberoamericanos del Senado, el jefe de la diplomacia española insistió en defender la eliminación de la "periclitada" Posición Común adoptada por la UE en 1996, que condiciona el diálogo con la isla al respeto a los derechos humanos y las reformas democráticas. No obstante, sugirió, por vez primera, que quizá no cuente con apoyos suficientes cuando los Veintisiete revisen dicha posición. "Yo no sé si lo aprobaremos en junio", admitió, tras asegurar que cambiar la política hacia Cuba nunca había sido una prioridad de la presidencia española de la UE.

Moratinos defendió el diálogo con La Habana asegurando que de 17 de los 75 detenidos en la primavera negra de 2003 han sido liberados gracias a gestiones "en las que ha estado involucrado este Gobierno" y otros cinco por la intervención de terceros países.

A pesar de que el embajador de EE UU en Madrid, Alan D. Solomont, dijo el miércoles que su país "no está decepcionado" por el escaso éxito de la iniciativa española para eliminar la Posición Común y que "sería una vergüenza" que los países democráticos no prestaran atención a los disidentes ni defendieran el respeto de los derechos humanos ante las autoridades de la isla, Moratinos aseguró que su política hacia Cuba es similar a la que practica la Administración Obama y la mayoría de los países latinoamericanos.

Además, dijo que el Gobierno está dispuesto a pactar una proposición no de ley en la que se lamente el fallecimiento del preso Orlando Zapata, tras 86 días en huelga de hambre, pero la portavoz del PP, María José de la Fuente, le replicó que la muerte del disidente se debe "condenar" y no sólo "lamentar".

Venezuela acusa recibo

Por otro lado, Moratinos aseguró que las autoridades venezolanas acusaron ayer recibo del auto del juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco en el que se daba por hecha la complicidad del régimen bolivariano con la cooperación entre ETA y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Para Moratinos, el acuse de recibo supone "una señal política de colaboración", como también lo es la decisión de impedir la entrada en Venezuela a un representante de la izquierda abertzale, y "cierra la fase diplomática de este proceso, iniciándose la cooperación judicial".