Mohamed VI no admitirá provocaciones para imponerle hechos consumados en el Sáhara
Tres diputados autonómicos, retenidos en Casablanca cuando iban a El Aaiún
El rey Mohamed VI de Marruecos lanzó anoche una advertencia a los saharauis, pero también les hizo varias promesas con motivo del 35º aniversario de la Marcha Verde, mediante la cual Rabat consiguió que España le entregase su última colonia.
El monarca pronunció un discurso a la nación, y con tal motivo habría querido que su ministro del Interior, Taieb Charkaoui, hubiera logrado poner fin de antemano a la mayor protesta saharaui desde 1975. Más de 20.000 personas permanecen acampadas en las afueras de El Aaiún para reivindicar puestos de trabajo y viviendas.
El monarca expresó su rechazo de "que las libertades de las que goza el país sean vergonzosamente instrumentalizadas para dañar nuestra integridad territorial". Marruecos "no admitirá provocaciones para imponerle hechos consumados". Aludía así al Frente Polisario y a sus más fieles seguidores del campamento de Agdaym Izik, que luchan a brazo partido por que, además de exigencias sociales, los acampados pidan la autodeterminación y la independencia.
Tras la advertencia el soberano tendió la mano. Anunció que la regionalización de Marruecos que prepara un grupo de expertos dirigidos por Omar Azziman, ex embajador marroquí en España, será en primer lugar "beneficiosa para las provincias del sur", cuya gobernanza "democrática de los asuntos regionales se ampliará" al tiempo que se "consolidarán los mecanismos locales y regionales de derechos humanos". Con tal propósito el CORCAS, órgano de representación de los saharuis, va a ser reestructurado.
En vísperas de la reanudación, mañana en Nueva York, de las conversaciones entre Marruecos y el Polisario, Mohamed VI arremetió con dureza contra sus adversarios. Pidió a la comunidad internacional que identifique "nítidamente y sin ambigüedades" a aquellos que obstruyen la negociación en curso.
Recordó de paso al Polisario que esa franja desértica, equivalente a un 20% del territorio de la antigua colonia española, que dice controlar, es marroquí. "Nuestro país no tolerará ninguna violación, alteración o puesta en tela de juicio de la marroquinidad de esas zonas (...)", añadió, pero para concretar esa advertencia su Ejército debería atravesar el muro militar que divide el Sáhara para expulsar al Polisario. Sus mayores dardos los lanzó contra Argelia, que en los campamentos de Tinduf -donde la oferta marroquí de autonomía para el Sáhara suscita "una amplia adhesión"- ha "creado una situación aberrante e inédita".
Por su parte, la secretaria de Política Internacional y Cooperación del PSOE, Elena Valenciano, condenó ayer la agresión sufrida el jueves en Marruecos por dos periodistas españoles de la cadena SER y de Televisión Española. "Los periodistas cumplen con su obligación de informar y la vamos a defender siempre. Marruecos debe saber que en España la prensa es libre", dijo a la cadena SER.
[Dos parlamentarios vascos, Nerea Antia (PNV) y Mikel Basabe (Aralar), y la representante de Aralar en el Parlamento navarro, Nekane Pérez, que viajaban a El Aaiún para visitar el campamento saharaui de Agdaym Izik, denunciaron ayer haber sido retenidos en el aeropuerto marroquí de Casablanca, informa Efe.
Los tres denunciaron llevar horas "tirados" en la zona de tránsito del aeropuerto, después de que personal marroquí les requisara la documentación y les comunicara que iban a ser enviados hoy de vuelta a Madrid. Los tres diputados autonómicos recuperaron a medianoche los pasaportes, sin que el Gobierno marroquí hubiese ofrecido hasta entonces explicaciones al respecto].
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