Una cadena de atentados causa una matanza en una peregrinación chií en Irak

Los atentados han vuelto a manchar de sangre una importante celebración chií que reúne a más de un millón de peregrinos cada año en la ciudad de Kerbala, a 80 kilómetros al suroeste de Bagdad. Al menos 44 personas han muerto en atentados con bomba en las últimas horas en diversos puntos del país. Es la primera vez que las fuerzas de seguridad iraquíes se ocupan de la seguridad en este evento, después de que las tropas estadounidenses les cedieran el relevo en la vigilancia de los núcleos urbanos el 30 de junio.

El peor atentado se ha registrado en Mosul, a unos 400 kilómetros al norte de Bagdad. La explosión de un coche bomba ha causado la muerte este viernes por la mañana a 38 personas y ha dejado heridas a 95 a las puertas de una mezquita, según ha informado la policía iraquí. Mientras tanto, en las carreteras que conectan Kerbala y Bagdad, han muerto al menos seis personas en tres atentados con bomba al paso de minibuses cargados con peregrinos. Dos de las bombas han explosionado en el barrio chií de Ciudad Sáder, en Bagdad, y una tercera al este de la capital. Veinticuatro personas han resultado heridas.

En los últimos años los chiíes que peregrinaban a Kerbala han sido el objetivo de numerosos ataques por parte de grupos armados suníes como Al Qaeda, que consideran herejes a los fieles de esta rama del Islam. 28 personas murieron en 2008 y 50 en 2007. La celebración conmemora el nacimiento de Mohamed al Mehdi, el decimosegundo y último de los imanes chiíes, conocido como el imán oculto. Los musulmanes chiíes creen que al Mehdi, desaparecido hace cientos de siglos, nunca llegó a morir.

La policía iraquí ha desplegado un dispositivo con más de 20.000 agentes para proteger a los peregrinos. El viernes pasado una serie de explosiones coordinadas a las afueras de mezquitas chiíes en Bagdad mató a 29 personas e hirió a más de 130. El martes, una bomba en un barrio suní de la capital mató a tres personas.