Mal día para Cameron
El padre de un niño con espina bífida reprocha ante las cámaras al líder de los conservadores británicos su proyecto sobre escuelas especiales.- Los 'tories' se ven obligados a expulsar a un candidato por homófobo
El líder conservador, David Cameron, no tuvo un buen día este martes en la campaña de las elecciones británicas. A media mañana, un padre de familia le acusó de que, pese a sus buenas intenciones, su política de escuelas especiales va a segregar aún más a los niños discapacitados. A primera hora de la tarde, los tories tuvieron que expulsar por homófobo a uno de sus candidatos.
La discusión con Jonathan Bartley probablemente ha sido especialmente dolorosa para Cameron. Primero, porque él mismo es padre de un niño que nació con graves problemas, Ivan, que murió el año pasado con tan solo seis años. Segundo, porque el incidente ha sido grabado por las televisiones y ha encabezado los informativos. Mal asunto para un político en campaña.
Bartley no es un fanático anti-tory, sino un joven y elocuente padre de familia que trabajó para el ex primer ministro conservador John Major en los años 90 y que aún no sabe a quién votar en estas elecciones. Según los conservadores, Bartley quería hablar con Cameron. Según él, estaba allí porque su hijo, Samuel, tenía cita en el hospital y fue la gente de Cameron la que se acercó a ellos para proponerle que hablara con el líder conservador.
Bartley ha explicado luego que le ha costado dos años de lucha conseguir que su hijo, que nació con espina bífida, pudiera estudiar en la escuela del barrio. "Está a dos minutos de casa y ahí están todos sus amigos. Si tiene que ir a una escuela especial tendrá que estar 40 minutos en un autobús para llegar y quedará aislado de sus amigos y de la comunidad", ha declarado.
Cameron le ha explicado que al promocionar más escuelas especiales sólo quiere dar a los padres más poder para elegir. Pero la posición de Bartley es que las escuelas convencionales son ya muy reticentes a admitir niños con necesidades especiales y que ese proyecto hará que lo sean aún más, a menos de que se les destine más dinero.
Pero las cosas aún han empeorado para Cameron. Su partido ha anunciado la expulsión del candidato por North Ayrshire (Escocia), Philip Lardner, que en su página de Internet había dejado escrito: "En mi opinión, la homosexualidad no es un comportamiento normal". Lardner ya había sido expulsado, y luego readmitido, por nombrar entre sus héroes al líder racista de Rodesia, Ian Smith.
Las declaraciones de Lardner refuerzan la sensación de que el Partido Conservador no ha cambiado tanto como su liderazgo en sus posiciones sobre las minorías sexuales y raciales. Días atrás, el portavoz tory de Interior, Chris Grayling, defendió a un matrimonio que había rechazado en su Bed & Breakfast a una pareja homosexual. Los grupos gays se preguntaron si habría dicho lo mismo si los rechazados hubieran sido un matrimonio musulmán o una pareja de color.
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