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Londres ayudará a evacuar a unos 5.000 trabajadores extranjeros de Misrata

Una misión de la Organización Internacional para las Migraciones logra sacar hoy a unas 1.200 personas, la gran mayoría empleados, de la asediada ciudad libia.- Al menos 25 muertos en los bombardeos de las tropas de Gadafi

Reino Unido se ha mostrado hoy dispuesto a enviar un barco para evacuar a unos 5.000 trabajadores extranjeros atrapados en Misrata, ciudad castigada por las tropas de Muamar el Gadafi. Este esfuerzo se suma a la misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) que hoy ha logrado sacar de la asediada ciudad del oeste a casi un millar de trabajadores, tras varias semanas de bombardeos y ataques. La OIM alerta de que la situación sigue deteriorándose. En total son 1.200 personas -contando mujeres y niños - procedentes de Ghana, Filipinas, Egipto y Ucrania, las que han sido evacuadas a primera hora de esta mañana.

Según ha precisado la OIM en un comunicado, entre los rescatados también hay un grupo de 100 libios, 23 de ellos víctimas civiles, incluidos un menor que recibió un disparo en la cara y una persona con amputación.

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La ayuda de Reino Unido llega en momentos de desesperación. Andrew Mitchell, ministro británico de Desarrollo Internacional, ha dicho que tiene fondos de hasta 1,7 millones de euros para pagar a las embarcaciones que se utilizarán para la evacuación, según informa la BBC. El ministro se encuentra en una reunión de Naciones Unidas en Nueva York para discutir la situación humanitaria en Libia.

Según la OIM, hay unos 4.000 inmigrantes esperando atrapados en el puerto de Misrata, desde que comenzó la revuelta, al ser una de las primeras ciudades tomadas por los rebeldes, pero rodeada por poblaciones dominadas por las fuerzas de Gadafi. Entre ellos hay más de 3.000 nigerianos, cientos de sudaneses, chadianos y migrantes de otras nacionalidades, incluidos menores y mujeres.

La agencia intergubernamental afirma que la situación que empeora por momentos, por lo que resulta cada vez más difícil para la organización continuar con las misiones de rescate en Misrata.

Unas 25 personas han muerto y más de 70 han resultado heridas desde el domingo en los intensos bombardeos de las fuerzas leales al régimen de Gadafi contra la ciudad de Misrata, según han informado fuentes de las fuerzas rebeldes a la cadena de televisión catarí Al Yazira. Las mismas fuentes han señalado que los gadafistas han disparado al alba misiles Grad y obuses con carros de combate contra la localidad tras una noche sin nuevos ataques. Los líderes rebeldes advierten a la comunidad internacional que la ciudad va a vivir "una verdadera masacre" si los aliados no actúan con mayor determinación.

En el asedio a la ciudad rebelde, se ha acusado a los militares de Gadafi de emplear bombas de racimo, al parecer de fabricación española. Seis personas murieron y 47 resultaron heridas ayer en la ciudad, el único bastión rebelde al oeste, donde el régimen intenta impedir la salida de refugiados por mar tras un asedio de casi dos meses. La población, atrapada entre los combates, que se cree que han causado cientos de muertos, con cada vez menos comida, esperan la oportunidad de huir en uno de los barcos que evacuan a las víctimas. Las fuerzas de Gadafi suelen perpetrar sus ataques a primera hora de la mañana y al comienzo de la noche y se ocultan durante el resto del día para evitar a los aviones de la OTAN, según residentes de la Misrata.

Huida de Ajdabiya

Mientras, en Ajdabiya, muchos combatientes rebeldes han comenzado a abandonar la ciudad después de que las fuerzas de Gadafi hayan recrudecido su ataque. Los reporteros internacionales han dado noticia de colas de camiones saliendo de la ciudad mientras a sus espaldas sonaban las explosiones de la artillería de Gadafi. Se dirigían mayoritariamente hacia Bengasi, unos 120 kilómetros al norte.

La huida se interpreta como el fin de la campaña de Brega, ciudad a 80 kilómetros al oeste de Ajdabiya a cuya conquista los insurgentes se habían lanzado con la esperanza de controlar sus importantes refinerías e impulsar la ofensiva a Trípoli. El ataque de la artillería pesada de Gadafi indica que los hombres del coronel se han acercado a menos de 20 kilómetros del punto desde el que la rebelión lanzaba sus acometidas. Ajdabiya, que llegó a tener 100.000 habitantes, se ha convertido en una ciudad fantasma que ha cambiado de manos distintas veces en las últimas semanas.

A pesar de todo, un retén de rebeldes parece que planea quedarse en la ciudad para venderla cara. Los camiones cargados de armamento siguen llegándoles por la carretera de Bengasi, conscientes de que la ciudad es su estilete en el lado este del país. Por eso también continúan colocando minas anticarro a la salida noreste.

Quejas contra la OTAN

Los rebeldes, dotados apenas de armamento moderno, se han quejado con acritud de la falta de apoyos de la OTAN. Bloqueados durante semanas en los alrededores de la ciudad, en su momento habían logrado llegar hasta las afueras de Brega aprovechando el apoyo aéreo de la Alianza. Cuando se cumple un mes de la aprobación por el Consejo de Seguridad de la ONU de la resolución que autoriza el uso de la fuerza en Libia para proteger a los civiles, los insurgentes son incapaces de mantener las posiciones ganadas sin las acciones aéreas y el armamento de la coalición internacional.

El primer ministro británico, David Cameron, opinó ayer que los términos de la resolución suponen una "restricción" para la coalición internacional, y reiteró que no habrá intervención terrestre. Esta semana, Cameron, junto con los presidentes de EE UU, Barack Obama, y Francia, Nicolas Sarkozy, expresaron en un artículo conjunto publicado en cuatro diarios que las operaciones deben continuar para acelerar la salida del dictador y permitir una transición democrática.

Civiles libios huyen de Ajdabiya hacia Bengasi, después de los últimos bombardeos de las tropas de Gadafi.
Civiles libios huyen de Ajdabiya hacia Bengasi, después de los últimos bombardeos de las tropas de Gadafi.YANNIS BEHRAKIS (REUTERS)
Un combatiente en Ajdabiya, con dinamita para frenar a los tanques de Gadafi.
Un combatiente en Ajdabiya, con dinamita para frenar a los tanques de Gadafi.YANNIS BEHRAKIS (REUTERS)

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