David contra el Goliat del turismo
La famosa escultura de Miguel Ángel podría desplomarse debido al intenso tráfico de visitantes
Una de las obras escultóricas más célebres de la producción de Miguel Ángel, un David de 6 toneladas y casi 5 metros de altura, corre peligro de resquebrajarse. Así lo creen los expertos italianos encargados de la conservación y el control de la obra.
Entre las causas de su debilidad se mencionan la mala calidad de la piedra usada por el artista, su tamaño y forma, que centran gran parte del peso en los tobillos, y el intenso tráfico de visitantes que pasea a su alrededor día tras día. Más de un millón de personas al año acuden a la Galleria dell'Accademia, en Florencia, para contemplar este desnudo del guerrero bíblico, que se ha convertido en uno de los iconos de la perfección física masculina. Tal masa de gente provoca un caudal de vibraciones en el suelo que repercuten de manera negativa en la ya de por sí delicada figura.
Este inmenso bloque de mármol será objeto de discusión este sábado en un seminario organizado en Florencia, donde se discutirán las posibles soluciones para salvarlo. Entre las opciones que se barajan se encuentran algunas como encerrarlo en una estructura protectora (lo que costaría alrededor de un millón de euros) o, incluso, retirarlo de la vista al público durante un tiempo.
Todas las soluciones son complicadas. Retirarlo de la vista al público parece la menos factible de todas, ya que se trata de una de las principales atracciones de la Galleria. La restauración a la que fue sometida la estatua en 2004 se realizó en la sala de exposición y durante toda la realización de los trabajos la obra de Miguel Ángel continuó expuesta al público. Cuatro años después de esa restauración, las grietas que fueron reparadas han ido reapareciendo una por una y, según los expertos, no hay tiempo que perder.
La Galleria dell'Accademia acoge el David de Miguel Ángel desde 1873. La estatua, esculpida entre 1501 y 1504, permaneció durante 350 años en la Piazza della Signoria, frente al palacio Vecchio, de donde fue retirada para llevarla al museo. Una copia de la obra ocupa hoy el mismo lugar donde la original estuvo durante más de tres siglos.
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