Críticas al Gobierno de Brasil por la respuesta a las riadas

El estreno de la presidencia de Dilma Rousseff se ha visto ensombrecido por las duras críticas que está recibiendo el Gobierno brasileño por su ineficaz actuación frente a las riadas que han dejado casi 600 muertos en el Estado de Río de Janeiro. La gestión de la emergencia y los graves fallos en la previsión de la tragedia le han estallado en plena cara al nuevo Ejecutivo. El Gabinete respondió ayer a las críticas desplegando otros 500 militares en la zona afectada, que se sumaron a los 1.000 miembros de los equipos de rescate que están operativos.

El número de muertos por inundaciones y corrimientos de tierra podría multiplicarse, ya que todavía hay algunas localidades incomunicadas.

En la ciudad de Teresóplis, cientos de supervivientes se agolpaban ayer desesperados ante la morgue, en búsqueda de información sobre familiares desaparecidos. Muchos residentes criticaban la lentitud de los rescates. "Esto ocurrió el miércoles por la mañana. El jueves nadie había empezado a buscar víctimas", dijo Wemerly Moraes, de 37 años.

La población de la zona se siente abandonada. Los datos oficiales indican que al menos 6.050 personas perdieron sus viviendas. Amplias áreas afectadas permanecen sin luz, teléfono y agua. Los equipos de rescate se confiesan impotentes para llegar a muchos lugares donde faltan comida y medicamentos y en los aún no se han retirado los cadáveres.

Estudio de riesgos

"Colapso en la sierra", titulaba ayer a toda página el diario O Globo, mientras la Folha de Sâo Paulo abría con un estudio, realizado por el Gobierno en 2008, que ya advertía de la eventualidad de una tragedia de este tipo justamente en las tres ciudades del desastre (Teresópolis, Petrópolis y Nova Friburgo). El estudio explicaba que en las ciudades arrasadas se daban varios factores de riesgo "capaces de generar consecuencias de gran magnitud". De Nova Friburgo -la ciudad con mayor número de muertos, 267 víctimas- el informe apuntaba que la mayor parte de la población vivía en estado de riesgo.

Mientras tanto, han indignado las imágenes presentadas por el telediario de la red Globo sobre la primera reunión de Gabinete de Dilma Rousseff con los 37 nuevos ministros, en la que los políticos aparecían riendo a carcajadas y algunos masticando chicle con aire de fiesta.