Chávez y Morales declaran la guerra diplomática a Bush
Estados Unidos expulsa a los embajadores de Bolivia y Venezuela
La guerra diplomática más seria que afronta Estados Unidos con Venezuela y Bolivia en los últimos años empezó el miércoles en La Paz cuando el presidente boliviano Evo Morales expulsó al embajador estadounidense, Philip Goldberg, por su supuesto apoyo a los grupos rebeldes autonomistas del este del país. Estados Unidos recogió el guante y declaró el mismo jueves al embajador boliviano, Gustavo Guzmán, "persona non grata".
Honduras impide al nuevo embajador de EE UU presentar las credenciales
No pasó ni una hora antes de que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez declarase en un discurso televisado que el embajador "yanqui" tenía 72 horas de plazo para abandonar el país. "Váyanse al carajo, yanquis de mierda, que aquí hay un pueblo digno. Váyanse al carajo cien veces", declaró en un discurso televisado desde el Estado de Carabobo.
A las pocas horas, la Administración de George W. Bush volvía a recoger el guante y expulsaba al embajador de Venezuela en Washington, Bernardo Álvarez. Para completar el cuadro ayer mismo, el Gobierno de Honduras, aliado de Chávez y Morales, impidió que el nuevo embajador norteamericano presentara sus credenciales.
Estados Unidos es un socio comercial clave para las exportaciones de Estados Unidos y Venezuela. Asimismo, Venezuela exporta una gran parte de su petróleo hacia las refinerías estadounidenses. La repercusión que esta crisis diplomática sin precedentes para Estados Unidos pueda tener en las relaciones comerciales con ambos países se verán en los próximos días. De momento, diversas fuentes de la administración estadounidense sostienen que en cuanto al mercado petrolífero, la dependencia entre Venezuela y Estados Unidos es mutua ya que Venezuela exporta un crudo con altas dosis de azufre que sólo puede ser tratado en las refinerías de Estados Unidos.
El líder opositor venezolano Manuel Rosales puso ayer una nota de escepticismo respecto a la decisión de Chávez: [La expulsión del embajador de EE UU] "nos recuerda a los conflictos con Perú, con España, y la amenaza del conflicto con Colombia, y unas semanas después le ofreció abrazos al presidente de Colombia. Así terminan esos anuncios aparatosos, subidos de tono, del presidente Chávez". Rosales instó al presidente venezolano a que "se preocupe por los temas que de verdad conmueven al pueblo, como la inseguridad o la salud".
De momento en la fase de guerra de gestos en que nos encontramos, el Gobierno estadounidense ordenó ayer la congelación de fondos de tres altos funcionarios del régimen chavista que "armaron, ampararon y financiaron a las FARC" en Colombia, según un comunicado de la Oficina del Tesoro. La Casa Blanca respondía así contra las acusaciones lanzadas en los últimos días por Chávez en las que culpaba a Estados Unidos de alentar un golpe militar en suelo venezolano.
"Venezuela ha ido demasiado lejos. Su Gobierno ha amenazado y ha puesto en peligro la estabilidad de un país democrático como Colombia", declaró un alto funcionario del Gobierno estadounidense. El Tesoro de EE UU ha sancionado oficialmente al ex ministro de Interior y Justicia, Ramón Rodríguez Chacín, por vender armamento a la narcoguerrilla de las FARC. Como castigo, congelará sus fondos en suelo norteamericano, junto con los del jefe de inteligencia militar venezolano, Hugo Carvajal, y los del jefe de la Dirección General de los Servicios de Inteligencia y Prevención, Henry Rangel, a quienes se acusa de "asistir materialmente" a las FARC, protegiendo sus operaciones de tráfico de cocaína.
El jueves, Chávez había acusado a la Administración norteamericana de dar su aprobación a un intento de golpe de Estado desarmado por el Gobierno venezolano; culpó a Washington de fomentar el terrorismo tanto en Bolivia como en Venezuela. "Chávez quiere retratarse como la víctima nacionalista de un EE UU agresivo. Lo que está haciendo en realidad es culpar a una fuerza externa de sus propios problemas internos", declaró ayer un alto cargo del Gobierno norteamericano.
Se da la circunstancia de que Estados Unidos es el principal mercado para las exportaciones bolivianas y es también el principal proveedor de ayuda para la lucha contra el narcotráfico, informa Efe. Washington ha dicho que revisa todos los aspectos de su relación con Bolivia y no descarta ir más allá del hecho de declarar persona non grata al embajador boliviano Gustavo Guzmán. Sin embargo, ha asegurado que las actividades de la Dirección Estadounidense Antidrogas (DEA) van a continuar en Bolivia.
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