Cadena perpetua para cuatro de los acusados por el atentado fallido del 21-J en Londres
Los otros dos imputados serán juzgados de nuevo ante la imposibilidad del tribunal de llegar a un acuerdo sobre su sentencia
Cuatro de los seis acusados por los atentados fallidos del 21-J, en Londres, que tenían por objetivo la red de transporte público metropolitano en 2005, han sido condenados a cadena perpetua esta mañana. Los otros dos acusados serán juzgados de nuevo, por la imposibilidad del tribunal londinense que los enjuicia de ponerse de acuerdo en la sentencia.
Muktar Said Ibrahim, Yassin Omar, Ramzi Mohmmed y Hussain Osman cumplirán una condena que no podrá ser reducida por debajo de los 40 años de pena. Mientras que Manfo Kwaku Asiedu y Adel Yahya tendrán una nueva oportunidad, al haberse ordenado la disolución del tribunal que los juzgaba hasta ayer. Todos están acusados de conspiración para matar mediante la detonación de varios explosivos en tres trenes del metro y en un autobús.
Ibrahim era considerado líder de la célula terrorista e intentó detonar una bomba en un autobús urbano, mientras que Omar, seguidor confeso de los talibanes, trató de detonar una bomba en la estación de metro de Warren Street (centro).
En el piso de Omar se encontraron botellas vacías de peróxido de hidrógeno líquido, elemento clave para fabricar los explosivos, así como una bolsa vacía de harina, otro ingrediente crucial.
Mohammed fue declarado culpable de intentar hacer explotar una bomba en un tren de la línea de metro Northern Line cerca de la estación de Oval, al sur de Londres.
En tanto, a Osman se le declaró responsable de fraguar el ataque fallido contra un tren del metro en la estación de Shepherd's Bush, al oeste de Londres.
Osman, de 27 años y origen etíope, fue extraditado el 22 de septiembre de 2005 desde Italia, adonde había huido tras los atentados del 21-J.
Según la fiscalía, el plan de los terroristas no fue "una copia apresurada" de los ataques del 7-J y fracasó en el último momento por fallos en los explosivos, debido al calor o a la suerte. Los acusados han insistido en que las bombas eran falsas y sólo pretendían expresar su oposición a la guerra de Irak.
Estas condenas llegan pocos días después de que dos coches bomba fueran desactivados en Londres y de que un automóvil incendiario fuera empotrado en el aeropuerto de Glasgow, en Escocia. Estos ataques fueron imputados a Al-Qaeda por el primer ministro, Gordon Brown.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.