_
_
_
_
Ola de cambio en el mundo árabe | Repercusiones en el Magreb

Ben Ali, expresidente de Túnez, en coma en un hospital saudí

El dictador, de 74 años, sufrió el martes un derrame cerebral

Zine el Abidine Ben Ali, de 74 años, expresidente de Túnez, está en coma desde el martes por la tarde en un hospital de Yeda (Arabia Saudí) tras haber sufrido un derrame cerebral.

Nicolas Beau, un periodista francés de investigación y coautor de dos libros sobre Túnez (Nuestro amigo Ben Ali y La regenta de Cartago) dio ayer la noticia en su blog. Horas después fuentes del entorno del expresidente lo confirmaron a varios medios de comunicación franceses.

Beau precisó que Ben Ali había ingresado con falsa identidad, por razones de seguridad, en un centro hospitalario exclusivo utilizado por la familia real saudí. "Su estado es muy preocupante", precisa.

Ben Ali sufría desde hace años un cáncer de próstata, pero el accidente cerebrovascular que padeció el martes no guarda ninguna relación con su enfermedad crónica. Es más bien producto del disgusto que padece tras su derrocamiento.

Ben Ali huyó de Túnez el 14 de enero tras cuatro semanas de manifestaciones contra su régimen. Buscó asilo en varios países, entre otros en Francia, pero al final solo el rey Abdalá de Arabia Saudí se mostró dispuesto a acogerle. Permaneció 23 años en la jefatura del Estado tunecino.

Su esposa, Leila Trabelsi, de 53 años, no está con él en Yeda. Se encontraría en los Emiratos Árabes Unidos o en Libia.

La aflicción de Ben Ali por la pérdida del poder ha sido mayúscula. El semanario francés Le Nouvel Observateur reconstituyó, a principios de mes, las circunstancias de la salida del presidente de Túnez.

Ben Ali gimoteaba despavorido en el aeropuerto de Túnez. No quería irse del país, se resistía a embarcar en el avión. "¡Vas a subir!", le espetó Ali Seriati, jefe de la seguridad presidencial, que le agarró y le forzó a subir la escalerilla.

Seriati le repitió una vez más, para tranquilizarle, que su ausencia del país sería temporal, que en cuanto la situación mejorase, podría regresar, y Ben Ali fingió creérselo.

Junto con Seriati acompañaban al presidente su esposa, Leila Trabelsi; Mohamed, de cinco años, el hijo varón del matrimonio; su hija Halima y el novio de esta, así como el mayordomo Mustafá y dos criados filipinos.

Leila Trabelsi trató con rudeza a su marido alelado recurriendo a ese lenguaje salpicado de tacos habitual en ella. "¡Sube, imbécil!", le dijo. "'Toda mi vida tuve que soportar tus imbecilidades!". Una hilera de soldados tunecinos que rodeaban el avión presidencial asistieron en silencio a la despedida.

La esposa de Ben Ali, que antes de conocerle fue vendedora ambulante y peluquera, no se quedó con él en Yeda sino que se trasladó a Dubái o a Trípoli, según las fuentes. Durante casi toda la crisis Leila Trabelsi no estuvo en Túnez sino en Dubái, desde donde llamaba con frecuencia a su marido instándole a aferrarse al poder y enderezar la situación.

Zine al Abidine Ben Ali.
Zine al Abidine Ben Ali.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_