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Ahmadineyad promete luchar "hasta liberar Palestina"

Ángeles Espinosa

El presidente iraní volvió a cuestionar ayer la legitimidad de Israel. Ante miles de manifestantes congregados en la Universidad de Teherán para conmemorar el Día de Jerusalén, Mahmud Ahmadineyad reiteró sus dudas sobre el Holocausto y la promesa de luchar "hasta liberar Palestina". Sus palabras adquieren especial relevancia ante la creciente tensión con Occidente por la negativa de su país a suspender su programa nuclear.

"Los iraníes y el resto de los pueblos [musulmanes] no van a parar hasta que todo el territorio palestino sea liberado", dijo Ahmadineyad en consonancia con la postura oficial de su país. El presidente, que ya desató la indignación de Occidente cuando en 2005 dijo que Israel merecía ser "borrado del mapa", repitió que "con el pretexto del Holocausto, Israel se permite cualquier crimen".

Aunque desde su creación en 1979, la República Islámica se ha negado a reconocer a Israel, esa actitud ha adquirido una nueva dimensión desde la llegada de Ahmadineyad a la presidencia hace dos años. Su retórica unida a su defensa apasionada del derecho de su país a desarrollar la tecnología nuclear ha suscitado la preocupación de Israel. Sus dirigentes acusan a Teherán de querer desarrollar armas atómicas, extremo que los portavoces iraníes niegan.

De nuevo ayer, Ahmadineyad insistió en que Irán se niega a discutir con las grandes potencias su "derecho a la tecnología nuclear" y se felicitó de que su dossier haya vuelto al Organismo Internacional de la Energía Atómica. De momento, la oposición de Rusia y China ha impedido que Estados Unidos saque adelante una tercera resolución sancionadora contra Irán en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

"Muerte a América"

Pero a pesar de los eslóganes de "Muerte a Israel" y "Muerte a América" que acompañaron a la manifestación de ayer, el clima en las calles de Teherán no era de una especial tensión. Tampoco los asistentes alcanzaron los "millones" que aseguró la televisión estatal. Incluso con un día soleado y con una temperatura muy agradable, apenas unas decenas de miles de iraníes acudieron a la convocatoria en solidaridad con los palestinos.

Si bien el ciudadano iraní se muestra crítico con el tratamiento que Israel da a los palestinos, también empieza a estar saturado del uso propagandístico que su presidente hace de ese tema. "¿Por qué les dedica más tiempo y recursos que a nuestros problemas? ¿Es que acaso nosotros no tenemos necesidades urgentes?", se quejaba un trabajador en paro durante una reciente visita a Kermanshah.

La cuestión palestina es un arma de doble filo. Por una parte puede granjearle la simpatía de los musulmanes de todo el mundo que lo viven como la prueba más tangible del doble rasero occidental. Por otra, corre el riesgo de irritar a un amplio sector de iraníes defraudados por sus promesas incumplidas de mejorarles las condiciones de vida.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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