Afganistán crea unas milicias locales contra los talibanes
El presidente Karzai tardó en aceptar la idea por miedo a perder poder
En un intento de contrarrestar el poder y la presencia de los talibanes en las regiones más remotas del país, el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, dio ayer el visto bueno a un plan destinado a la creación de fuerzas locales de defensa. El proyecto viene diseñado desde Washington y le ha costado al nuevo responsable de las fuerzas de EE UU y de la OTAN en la región, el general David Petraeus, más de 12 días de conversaciones con el presidente afgano, que temía que las nuevas fuerzas acaben convirtiéndose en milicias que pongan en peligro su ya de por sí frágil Gobierno.
No son pocos quienes cuestionan el plan de dotar de armas a una población que vive inmersa en una guerra y con fuertes tensiones étnicas en un país que lleva más de tres décadas de conflictos armados.
La idea es que los residentes de las más remotas aldeas puedan protegerse sin depender de los militares afganos o las fuerzas internacionales. La iniciativa estará supervisada —y pagada— por el Ministerio de Interior afgano y llevará el nombre de Fuerza Local de Policía.
Para el portavoz del Pentágono, Geoff Morrell, el plan llenará los vacíos de seguridad ahora existentes y dará empleo a una sociedad necesitada de trabajo. El portavoz rechazó cualquier posibilidad de que sean milicias e insistió en que se trata de "unidades de policía locales pagadas por el Gobierno, formadas por el Gobierno y con uniformes del Gobierno que vigilarán a los malos".
"Se trata de poner a los locales a trabajar y a vigilar sus propias comunidades para asegurarse de que los insurgentes no amenazan su estabilidad", declaró Morrell a la prensa. Pero el éxito de la iniciativa está amenazado por su popularidad. Se teme que la necesidad de conseguir un trabajo lleve a mucha gente a unirse a las fuerzas locales de seguridad sin tener preparación.
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