El presidente encarga a los veteranos las políticas contra la recesión
El nuevo Gabinete deberá engrasar la coordinación con las autonomías
Tras las elecciones generales de marzo del año pasado, José Luis Rodríguez Zapatero preparó un Gobierno pensado para dar entrada a una nueva generación política y rodarla para el futuro. Los símbolos fueron Carme Chacón, nombrada ministra de Defensa, y Bibiana Aído, titular de Igualdad con sólo 32 años. La remodelación que ayer dio a conocer, justo un año después, la ha pensado Zapatero para afrontar el problema número uno que tiene España en este momento, la recesión económica, que "ha entrado en una fase decisiva". El presidente ha encargado esa difícil tarea a veteranos, la mayoría con 60 años, algunos con fuerte carga política para vender su acción. Al frente de esta tarea ha puesto, como ministra de Economía, a Elena Salgado.
Vinculada al objetivo prioritario de luchar contra la recesión y recuperar el empleo, Zapatero destacó ayer en La Moncloa la necesidad de fortalecer la cohesión del Estado con las comunidades autónomas, piezas clave en la lucha contra la crisis económica ya que administran el 50% del presupuesto. El tercer objetivo que enunció fue preparar la salida a la crisis con un cambio del modelo de crecimiento económico. Para estas tareas ha nombrado como vicepresidente de Política Territorial a Manuel Chaves. Le acompaña como ministro de Fomento José Blanco. Y completa el equipo Ángel Gabilondo, como ministro de Educación
- Salgado: Cambio de ritmo. Zapatero aclaró ayer que respaldaba las medidas que había adoptado Pedro Solbes contra la crisis. Pero echaba de menos su gestión eficaz cuando dijo que con su cambio por Elena Salgado pretende "imprimir un cambio de ritmo en la lucha contra la crisis".
El presidente del Gobierno ha hecho una fuerte apuesta, de mucho riesgo, por Salgado, a quien considera "una extraordinaria gestora, capaz de adoptar medidas económicas que lleguen con celeridad al tejido productivo". Se basa en la gestión que ha hecho estos meses de los 8.000 millones de euros destinados a los planes municipales para paliar la crisis económica. También espera que su dilatada experiencia en la Administración le sea útil para afrontar un Presupuesto del Estado que va a ser deficitario.
- Chaves: Comprometer a las autonomías. Zapatero ha encargado a Manuel Chaves cubrir otra deficiencia del Gobierno: la relación con las comunidades autónomas, más necesaria aún en una etapa de crisis. Chaves, como presidente de la Junta de Andalucía, una comunidad muy reivindicativa, pero no nacionalista, ha jugado siempre un papel mediador entre las comunidades con mayor carga nacionalista, como Euskadi y Cataluña, y las más críticas con el nacionalismo, como Extremadura.
En esta etapa de recesión, Zapatero ha echado de menos una mayor coordinación territorial para hacer más eficaz las medidas anticrisis. Algunos ministros consideran necesaria, por ejemplo, una convocatoria de la Conferencia de Presidentes para afrontar la lucha contra el desempleo y coordinar políticas contra la crisis, que no se ha producido. A Chaves le toca lidiar con esa tarea.
- Blanco: Gestión territorial. Aunque el nombramiento de José Blanco como titular de Fomento responde a una deuda de Zapatero con uno de sus hombres leales de la primera hora, de la etapa de Nueva Vía, al que aún no había nombrado ministro, el presidente destacó ayer su "capacidad de gestión", crucial en la cartera que maneja la inversión pública del que seguirá siendo número dos del PSOE. El móvil de Zapatero para el nombramiento de Trinidad Jiménez como ministra de Sanidad y Política Social es similar al de Blanco, aunque en este caso el presidente destacó su "sensibilidad social" para gestionar la Ley de Dependencia, pieza clave en la politíca social del Gobierno.
- Gabilondo. Preparar el futuro. La preparación de los cambios en el modelo de crecimiento económico para la segunda década del siglo XXI, otra asignatura pendiente de la economía española, basada en la construcción y en los servicios, sobre todo el turismo, tendrá otro protagonista en el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, hasta ayer presidente de la Conferencia de Rectores.
Las razones de Zapatero
- El nuevo Gobierno. "Un equipo fuerte, activo y con gran peso político".
- Por qué ahora. "El contexto político y la situación económica demandan un cambio de ritmo".
- La filtración. "Hay muy buenos periodistas. Tenemos una clara vocación por la transparencia". Zapatero insinuó que el culpable había sido Manuel Chaves.
- La rectificación. "La coordinación de los estudios universitarios a nivel europeo hace aconsejable que la política universitaria se integre en el Ministerio de Educación"
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