El mayor magnate ruso evita declarar por blanqueo de la mafia

El magnate ruso Oleg Deripaska no acudirá hoy a declarar ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, aunque está dispuesto a testificar ante el magistrado si recibe una citación en regla lo que, de momento, según su versión y la de la fiscalía de Rusia, no ha ocurrido. El empresario, considerado el hombre más rico de Rusia antes de la crisis económica y la novena fortuna de todo el mundo según Forbes, fue citado por Andreu como imputado por su supuesta relación a una trama de blanqueo de dinero procedente de la mafia rusa. El juez ya ha ordenado la detención del israelí Mijaíl Chernoi, supuesto copropietario de la empresa española a través de la cual se lavaba el dinero de la organización mafiosa Ismailóvskaya.

"Nunca he sido líder de organización criminal alguna", dice el millonario

Esta semana, Deripaska ha enviado una carta a la Audiencia Nacional a través de sus abogados españoles en la que manifiesta que está presto a "colaborar". "Queremos ponernos de acuerdo sobre cuándo y dónde Deripaska responderá voluntariamente a sus preguntas", manifestó Marina Káldina, vicedirectora jurídica de Basic Element, el consorcio del magnate. Káldina presupone que la Justicia española no respetó los plazos que obligan a requerir una comparecencia internacional con un mínimo de 50 días de anticipación. Y la fiscalía rusa puede haber devuelto la solicitud a la Audiencia Nacional sin informar de ello al empresario ruso.

"No me han entregado nada. Los periódicos escriben, pero yo creo que la fiscalía española debería haberse relacionado con nosotros", declaró Deripaska a EL PAÍS. "Enviaremos nuestros abogados para averiguar qué pasa. Que hablen con nosotros en lugar de hacerlo con la prensa", añadió. El magnate asegura que no ha cometido ni comete actualmente delitos. "Nunca he sido ni soy líder o miembro de organización criminal alguna. Nunca he tenido negocios en territorio español y tampoco he recibido ganancia alguna de ninguna compañía registrada en España", escribió el magnate al fiscal general de Rusia, Yuri Chaika, en un informe fechado el 9 de septiembre, al que ha tenido acceso este periódico.

A Mijaíl Chernoi se le vincula con Vera Metallurgica, una empresa domiciliada en Alicante supuestamente dedicada a legalizar los ingresos de la organización criminal Ismáilovskaya. La acusación vincula a Vera Metallurgica con el combinado Metalúrgico de los Urales (UGMK) y con Deripaska, en calidad de supuesto copropietario del UGMK junto con Chernoi e Iskander Majmúdov. "Nunca poseí ni controle ni la compañía Vera Metallurgica ni Kachkanarskii Gok, ni UGMK, ni nunca estuve vinculado con ellas", asegura Deripaska en el informe enviado al fiscal ruso. El empresario considera "indignantes, falsas y no respaldadas por prueba alguna", las acusaciones de ser un líder de la Ismáilovskaya.

Deripaska asegura que esas acusaciones están basadas en pleitos contra él -que no prosperaron- entablados en los tribunales de EE UU por Dzhalol Jaidárov, entre otros. Jaidárov fue expulsado de la dirección de Kachkanarskii Gok (un combinado minero de vanadio) en 2000 y Deripaska afirma que le persigue para obligarle "a pagar una compensación".

Pese a que las demandas de Jaidárov fueron desestimadas en Estados Unidos, las alegaciones que relacionaban a Deripaska con el crimen organizado ruso se mantienen en diferentes tribunales occidentales. A Dzhalol Jaidárov "todo lo que le interesa es el dinero", señala el magnate ruso, presuponiendo que el testimonio de éste puede ser la "principal prueba" contra él que tiene el juez de la Audiencia Nacional.

El magnate ruso afirma que sólo ha estado tres veces en España. La primera fue para "festejar el cumpleaños de un amigo" que se celebró en la costa malagueña, y las otras dos, "para mantener conversaciones con actividades de construcciones y servicios en calidad de accionistas de [la constructora] Hochtief". La fiscalía rusa comunicó a Oleg Deripaska que había trasmitido su mensaje al Ministerio de Justicia español para que éste hiciera lo propio con la Audiencia Nacional. En su escrito enviado a España se recoge la "disposición" del empresario "a encontrarse con representantes de los órganos competentes en Moscú", pero no en Madrid.