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Reportaje:EL RELATO DE LOS HECHOS

"Terroristas de tipo 'yihadista"

La Audiencia narra en 57 folios la sucesión de acontecimientos que llevó al 11-M

La dinamita -"toda o gran parte"- fue robada de la asturiana mina Conchita por un grupo de yihadistas con la imprescindible ayuda del ex minero José Emilio Suárez Trashorras; las bombas fueron montadas en una casa de campo en Chinchón, activadas con tarjetas de móvil compradas por Jamal Zougam y distribuidas en 13 mochilas que al menos nueve terroristas colocaron en cuatro trenes de cercanías. Finalmente, siete de ellos se suicidaron en Leganés al verse cercados por la policía tres semanas después de los atentados.

Son los cuatro momentos clave del relato realizado por la Audiencia en los 57 folios dedicados a los "hechos probados" del 11-M. Lo que sigue es un resumen de esa reconstrucción a partir de extractos de la sentencia.

Más información
La mentira, condenada

1/ Robo de la dinamita

El explosivo salió de la mina Conchita

"Toda o gran parte de la dinamita de los artefactos que explosionaron en los trenes el 11 de marzo y toda la que fue detonada en el piso de Leganés procedía de la mina Conchita.

En septiembre de 2001 coincidieron en el centro penitenciario de Villabona (Asturias) Rafá Zouhier y Antonio Toro. Una vez en libertad, Antonio Toro presentó a Zouhier a su cuñado José Emilio Suárez Trashorras.

Trashorras está en tratamiento desde 1997 por padecer un trastorno de la personalidad de tipo esquizoide que no anula su inteligencia y voluntad.

Zouhier fue captado como confidente por la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. Los miembros de ese cuerpo Rafa y Víctor se convirtieron en sus contactos, los 'controladores' del confidente. A finales de enero o primeros de febrero de 2003, Rafá Zouhier puso en conocimiento de los guardias civiles reseñados que Antonio Toro se dedicaba a traficar con explosivos, que tenía 150 kilos para vender y que se los proporcionaba su cuñado Suárez Trashorras [...] Los miembros de la Guardia Civil pidieron a Zouhier que les consiguiera una muestra del explosivo [...] Tras obtener la opinión de un compañero experto en explosivos, destruyeron [la muestra] sin hacer un análisis de su composición.

Zouhier no volvió a hablar de explosivos a la Guardia Civil hasta después del 11 de marzo de 2004, a pesar de que estaba haciendo labor de intermediación para el suministro de detonadores y explosivos entre Jamal Ahmidan y Suárez Trashorras.

Entre octubre de 2003 y enero de 2004, Jamal Ahmidan, alias El Chino, acordó con Trashorras el suministro de dinamita procedente de las minas asturianas. De este trato estaba al tanto Rachid Aglif, sin que conste que Antonio y Carmen Toro, que sí tenían alguna noticia del mismo, intervinieran en él. Para concretar la operación, El Chino y Suárez Trashorras mantuvieron al menos dos reuniones en sendas hamburgueserías de Madrid, además de otras en número no determinado en Avilés.

Trashorras hizo llegar los días 5 y 9 de enero dos cargamentos de explosivos desde Asturias a Madrid mediante emisarios o transportistas: Sergio Álvarez -que recibió como pago "dos tabletas de hachís de unos 200 gramos" y que "era consciente de que transportaba algo ilícito, sin descartar que se tratara de explosivos"- e Iván Reis.

La dinamita era sustraida [de Mina Conchita] aprovechando el nulo control que había [...] Los explosivos eran cogidos directamente por los mineros de las cajas de 25 kilos que estaban en las bocaminas y sus alrededores. De igual modo, el acceso a los detonadores carecía de todo control, ya que las llaves de los minipolvorines donde se guardaban las tenían los mineros que al final de la jornada la dejaban escondida en una piedra o detrás de un árbol.

Cuando se detectaba por la Guardia Civil un desfase entre lo anotado en los libros y lo realmente consumido se limitaban a justificarlo como un error de anotación. La diferencia de dinamita entre lo realmente consumido y lo anotado en los libros se dejaba escondida en el monte de la mina en un sitio previamente convenido, de donde los recogía Suárez Trashorras.

En la tarde del 28 de febrero de 2004, Suárez Trashorras fue a buscar a Montoya Vidal en el Toyota Corolla. Le acompañaba Jamal Ahmidan, El Chino. En otro vehículo iban los fallecidos Mohamed Oulad Akcha y Abdennabi Kounjaa. Ambos vehículos se dirigían hacia la mina [...] Una vez allí, Suárez y El Chino se adentraron en ella. Pasados unos 45 minutos regresaron ambos y Trashorras le comentó a Jamal Ahmidan que se acordara de coger las puntas y tornillos.

Tras esto regresaron a Avilés, donde los forasteros compraron tres mochilas y otros efectos [...] Se encaminaron otra vez a la mina [...] donde se adentraron con las mochilas y bolsas. Pasadas varias horas regresaron los tres forasteros con las bolsas y mochilas cargadas [y] se dirigieron al garaje de Emilio en Avilés y allí sacaron los explosivos de las mochilas [...] Seguidamente volvieron a la mina por tercera vez y repitieron la operación para regresar cargados [...] El 29 de febrero, El Chino, Mohamed Oulad Akcha y Kounjaa emprendieron viaje de vuelta a Madrid con los explosivos. Durante el viaje de regreso, Jamal Ahmidan fue detenido por una patrulla de la Guardia Civil y exhibió a los agentes un pasaporte belga inauténtico. Éstos, tras denunciarle por exceso de velocidad y por no tener la documentación del vehículo en regla, le dejaron marchar".

2/ Montaje de las bombas

El centro de operaciones de la finca de Chinchón

"Al menos una parte sustancial de los explosivos fue ocultada en la finca que Jamal Ahmidan, alias El Chino, venía usando desde octubre de 2003. En dicha finca, con el objeto de ocultar la dinamita, Otman El Gnaoui y Hamid Ahmidan hicieron un agujero en el suelo. La finca era frecuentada también por El Fadoual El Akil y Abdelmajid Bouchar, además de por los fallecidos Mohamed y Rachid Oulad Akcha, Abdennabi Kounjaa, Rifaat Anouar Asrih y Sarhane Ben Abdelmajib Fakhet.

La tarjeta que estaba en el interior del teléfono que temporizaba y alimentaba el explosivo contenido en la bolsa descubierta en la comisaría de Puente de Vallecas [tras el atentado] había sido suministrada al grupo por Jamal Zougam, que la tenía a su disposición en el comercio Jawal Mundo Telecom-Locutorio Siglo Nuevo, en Madrid. Esta tarjeta formaba parte de treinta paquetes compuestos por tarjetas prepago de la compañía Amena y terminal Motorola C450. Los treinta fueron vendidos el 4 de febrero de 2004 por la empresa Uritel 2000 a Sindhu Enterprise, quien, tras separar los teléfonos de las tarjetas para obtener más beneficio, las vendió a la tienda de Zougam.

El 3 de marzo de 2004, la tienda Decomisos Top vendió a uno de los miembros del grupo terrorista nueve teléfonos de la misma marca y modelo que el del artilugio desactivado [tras el atentado]. Otro más, el décimo, fue vendido el 8 de marzo.

Todos esos teléfonos fueron encendidos, sin que hicieran o recibieran llamadas, entre las 2.24 horas del día 10 y las 2.24 horas del día 11 de marzo de 2004 bajo la cobertura de la BTS MD30243, ubicada en Morata de Tajuña [...] Fueron usados para temporizar y alimentar otras tantas bombas de las que explosionaron en los trenes el día 11.

La estación base de telefonía de Morata de Tajuña abarca la zona donde está ubicada la finca de Chinchón alquilada por Jamal Ahmidan el día 28 de enero de 2004 y usada por el grupo para sus actividades delictivas desde octubre de 2003.

Al menos nueve tarjetas de Amena de la partida de treinta que llegaron al locutorio de Zougam fueron usadas por los miembros del grupo que intervinieron en los atentados".

3/Mochilas en los tranes

Zougam colocó la bomba de Santa Eugenia

"Sarhane Ben Abdelmajid Fakhet, Jamal Ahmidan, alias El Chino, Mohamed Oulad Akcha, Rachid Oulad Akcha, Abdennabi Kounjaa, Asrih Rifaat Anouar, Allekema Lamari y una octava persona que no ha sido identificada, junto con otras que se dirán [Jamal Zougam], en la mañana del 11 de marzo de 2004 colocaron, en cuatro trenes de la red de cercanías de Madrid, trece artilugios explosivos de iniciación eléctrica compuestos por dinamita plástica y detonador alimentados y temporizados por un teléfono celular o móvil.

A primera hora de la mañana del día 11, tres miembros de la célula terrorista, sin que se tenga la certeza absoluta de sus identidades, se desplazaron hasta Alcalá de Henares en una furgoneta blanca Renault, modelo Kangoo. Tras bajarse de la furgoneta, se dirigieron a la estación y colocaron en varios trenes que tenían por destino Madrid un número indeterminado de bolsas de deporte o mochilas que contenían cargas explosivas. Al tiempo, otros miembros del grupo hacían lo mismo subiendo a los trenes en lugares no determinados del trayecto.

Uno de los miembros del grupo, que no ha podido ser identificado de forma indubitada, tras colocar una o más bombas, fue visto sobre las 7.45 cambiándose de ropa entre dos casetas de obra [...] Entre los perfiles genéticos encontrados en la sudadera estaba el del procesado Otman El Gnaoui.

El último artilugio explosivo fue colocado por Zougam en el cuarto vagón del tren que salía de Alcalá a las 7.14 y explosionó a las 7.38 en Santa Eugenia.

En el transcurso de la inspección [de la Renault Kangoo] se encontraron siete detonadores industriales [...] Todos habían sido fabricados por Unión Española-Ensing Bickford y eran idénticos a los que más tarde se descubrirían cebando un artefacto explosivo que se desactivó en el parque Azorín de Madrid [la mochila de Vallecas], en el registro de la finca de Chinchón y en el desescombro de la calle Martín Gaite de Leganés".

4/Suicidio en Leganés

Llamada de despedida, vídeos 'yihadistas'

"Poco antes de las 15.15 del 3 de abril de 2004 funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía localizaron un piso en la calle Martín Gaite de Leganés, en el que sospechaban que podía refugiarse todos o parte de los individuos que habían intervenido en los hechos del día 11 de marzo.

Sobre las 16.00, uno de los habitantes del piso, Abdelmajid Bouchar, bajó a tirar la basura y se percató de la presencia policial por lo que [...] emprendió veloz carrera. En el piso quedaron Abdennabi Kounjaa, Rifaat Anouar Asrih, Sarhane Ben Abdelmajid Fakhet, Jamal Ahmidan, Mohamed Oulad Akcha, Rachid Oulad Akcha y Allekema Lamari. Alertados de la presencia policial, comenzaron a disparar.

Antes de las 18.20, Sarhane Ben Abdelmajid Fakhet llamó a su madre a Túnez para despedirse, pues había decidido quitarse la vida antes que ser detenido. Lo mismo hicieron los hermanos Oulad Akcha con su familia y Abdennabi Kounjaa.

Los GEO llegaron sobre las 19.00. Tras ser informados de que había entre tres y cinco individuos atrincherados y de que tenían armas y explosivos, descartaron el asalto. Sobre las 20.30 cortaron la luz, el gas y el agua del edificio y conminaron a entregarse a los ocupantes del piso, sin resultado. Decidieron obligarles a salir. Los ocupantes respondieron con disparos y frases como "Entrar vosotros mamones, entrar vosotros...".

Los GEO lanzaron gas lacrimógeno al interior de la vivienda y segundos después se produjo una gran explosión al detonar los ocupantes unos 20 kilogramos de dinamita de la marca Goma 2 ECO. La explosión [...] causó enormes daños al inmueble y viviendas colindantes y mató en el acto a los ocupantes del piso y al subinspector de los GEO Francisco Javier Torronteras.

Esparcidos por el lugar se encontraron [...] borradores de los comunicados y reivindicaciones de los atentados del 11 de marzo, un escrito anunciando nuevos atentados así como otro sobre la colocación del artefacto explosivo en las vías del AVE Madrid-Sevilla. Asimismo se recuperaron vídeos sobre campamentos de Al Qaeda y sobre la organización terrorista Ansar Al Sunnah, en concreto una referida al atentado contra los miembros del CNI español en Irak el 29 de noviembre de 2003.

Los ocho ocupantes del piso junto con los procesados Rabei Osman Al Sayed Ahmed, Hassan el Haski, Youseff Belhajd, Abdelmajid Bouchar, Jamal Zougam, Basel Ghalyoun, Otman el Gnaoui, Gnaout o Kanoui, Mohamed Larbi Ben Sellam, Rachif Aglif, Mohannad Almallah Dabas, Fouad el Morabit Anghar, Mohamed Bouharrat, Saed el Harrak y Hamed Ahmidan, son miembros de células o grupos terroristas de tipo yihadista [...] Pretenden derrocar los regímenes democráticos y eliminar la cultura de tradición cristiano-occidental sustituyéndolos por un Estado islámico".

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