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El PSOE trabaja con el calendario de un año para culminar las reformas

Los socialistas reconocen que no hay seguridad de que la legislatura acabe

Anabel Díez

"En septiembre se encara la recta final de la legislatura pero no sabemos si ese final llegará en uno o dos años". Esta apreciación de un responsable socialista coincide plenamente con el sentir de la mayoría de los dirigentes del PSOE consultados sobre el devenir de la legislatura cuyo período natural culminaría en la primavera de 2012. Por mucha voluntad que el presidente del Gobierno tenga -"que la tiene"- de terminar los cuatro años de mandato, no depende de él. Los siete votos que le separan de la mayoría absoluta en el Parlamento determinan toda su acción y, singularmente, la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2011. Además, ahora la dificultad es mucho mayor que cuando empezó la andadura en 2008 tras ganar por segunda vez las elecciones. CiU ha manifestado su decisión firme de no apoyar los Presupuestos para el año que viene. El PNV aún no tiene la decisión tomada, aunque sí está dispuesto a negociar en torno a compensaciones de calado para el País Vasco.

De la Rocha: "Si no hay rectificación la situación electoral será complicada"
Zapatero cuenta con apoyos para sacar adelante las reformas iniciadas

Ahora bien, Zapatero cuenta con los apoyos suficientes para sacar adelante las reformas iniciadas, en algunos casos, y apuntadas en otros. Precisamente ese apoyo le viene de la mano de CiU, muy interesada en que salgan adelante la reforma laboral y la de las pensiones, además de otras relacionadas también con la economía. El Grupo Socialista cuenta, de momento, con un año de vida de la legislatura para llevarlas a cabo.

Las fuentes consultadas indican que las reformas tienen una vida propia al margen de los Presupuestos, a pesar de que estos serán los que determinen el momento en el que se disuelvan las Cortes. En el supuesto de que el PNV no ayude a aprobarlos el próximo mes de diciembre, el escenario más probable es el de convocar elecciones para mayo o junio. Antes se intentarían sacar adelante las reformas en las que Zapatero está empeñado.

"Los próximos meses son decisivos para nuestro país, para reducir el déficit y para encauzar las reformas que cambien el modelo productivo", señaló el presidente del Gobierno el pasado jueves, en la celebración del décimo aniversario de su victoria en el congreso que le llevó a la secretaría general del PSOE."Cada día tiene su afán, había dicho el día anterior con una amplia sonrisa después de que saliera adelante el techo de gasto presupuestario gracias a la abstención de CiU, CC y UPN. ¿Por qué no también para los presupuestos?, se preguntan en la dirección socialista.

Pero en los próximos meses es posible que la situación se complique. Desde finales de agosto los sindicatos apretarán al máximo para lograr que la huelga general convocada para el 29 de septiembre sea un éxito. Esa situación ahondará aún más la brecha entre el PSOE y los grupos minoritarios de la izquierda en el Parlamento.

La inquietud que empieza a cundir en las filas socialistas parlamentarias está contenida, aunque las críticas de la izquierda las viven con cierto dramatismo. "De momento las reformas que seguro que salen, pero con los grupos de la derecha, son la reforma laboral, de pensiones y de Cajas de Ahorro", señala el diputado socialista Manuel de la Rocha, vinculado a la UGT. En su opinión "si no hay una rectificación en las medidas económicas y algunas fiscales, tendremos una situación electoral muy complicada".

Esta reflexión de De la Rocha, expresada también por la minoría que representa Izquierda Socialista, tratará de ser compensada por el propio Zapatero. Su mensaje a partir de septiembre será que "la columna vertebral del PSOE sigue siendo la política social en favor de los más débiles". Por eso justificará los ajustes. En su entorno aseguran que en los últimos días está muy tranquilo, "como quien tiene muy decidido lo que va a hacer, en cualquiera de los escenarios que tenga que afrontar". Estos escenarios incluyen el adelanto electoral e incluso que sea otro el candidato.

Zapatero y la vicepresidenta Fernández de la Vega conversan con Durán Lleida.
Zapatero y la vicepresidenta Fernández de la Vega conversan con Durán Lleida.GORKA LEJARCEGI

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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