El PP insiste en pedir elecciones ya y cree que el PSOE no podrá remontar
La mayoría de la cúpula cree que los socialistas se desangrarán con las primarias
Hace menos de seis meses, el PP ya vivió algo parecido. Zapatero movió ficha, cambió su Gobierno en pleno, y colocó a Alfredo Pérez Rubalcaba como vicepresidente. Muchos dirigentes se preocuparon: ¿remontará el PSOE? Esa pregunta recorría ayer de nuevo un partido que lleva dos dolorosas derrotas y le tiene terror a una tercera. Pero la respuesta de los más marianistas era similar a la de octubre de 2010: el PSOE puede sacar los conejos que quiera de la chistera, pero no puede derrotar al enemigo más fuerte, el que acabará con él: la crisis económica.
El anuncio de que Zapatero no repetirá sorprendió a la cúpula del PP. Mariano Rajoy, que estaba de fin de semana de descanso con su familia y no hablará en principio hasta el lunes, daba por hecho que su rival no repetiría, y apuntaba como sucesor a Rubalcaba. Pero pensaba que lo anunciaría después de las municipales.
Rajoy ordenó a sus portavoces la respuesta fácil: la petición de elecciones anticipadas; sigue descartada la moción de censura. Todos se pusieron a ello, con Dolores de Cospedal y Javier Arenas a la cabeza. "El PSOE tiene que dejar decidir a los españoles ¡ya! porque quieren a Mariano Rajoy de presidente", dijo esta en Valencia, en un mitin con Francisco Camps, que llegó a asegurar que el PP "ha ganado" porque se va Zapatero, al que llamó "mala persona". "A Zapatero le han echado los suyos", remató Rita Barberá.
Por si acaso, Cospedal insistió en la campaña contra Rubalcaba: "Quién es la x del Faisán? Rubalcaba tiene que decir la verdad?", señaló, informa Joaquín Ferrandis.
El PP es un partido sin primarias. Es algo ajeno a su cultura. Rajoy fue elegido por José María Aznar sin ningún tipo de consulta. El partido se enteró por televisión, y después lo ratificó por unanimidad. Desde 1987, el PP no ha vivido ni siquiera un congreso nacional con dos nombres. Por eso muchos dirigentes creen "un regalo" que el PSOE vaya a las elecciones sin sucesor y abierto en canal.
Sin embargo, los más veteranos, que han visto al PSOE recuperarse otras veces -sobre todo en la sorpresiva victoria de 1993 y en la derrota por la mínima de 1996- son más cautos. Creen que Zapatero le ha dado a su partido una oportunidad. El presidente, dicen, trata de evitar que las municipales de mayo se conviertan en un plebiscito. Creen que le ha arrebatado a Rajoy su principal arma de campaña: la mala valoración de Zapatero y las ganas de echarle que tiene el electorado natural del PP e incluso parte del que apostó por el PSOE en 2008.
Pero incluso estos veteranos creen que el PSOE va a derrochar esa oportunidad. No solo, dicen, porque la marca PSOE está en caída libre -aunque menos que la marca Zapatero-, sino porque no ven al partido preparado para hacer un proceso de sucesión tranquilo, sin desatar una descarnada guerra de poder que acabe por hundir sus expectativas.
Por eso, incluso los más escépticos en el PP creen que el PSOE no logrará remontar en ningún caso y ganar en 2012. Eso sí, algunos admiten que tal vez esta jugada, bien llevada, podría limitar el impacto de la derrota en las municipales. El PP necesita una victoria clara, y sobre todo ganar en Castilla-La Mancha en mayo, la gran apuesta de Rajoy, para evitar una sensación de fracaso.
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