El 15-M saca a 5.000 personas a la calle en Barcelona

"Cuatro banqueros se balanceaban sobre la tela de una araña. Como veían que no se movían fueron a llamar a otro banquero". Así, en medio de cánticos contra el sistema capitalista y en un ambiente lúdico y festivo, ha discurrido una nueva protesta convocada por el Movimiento 15-M contra los recortes sociales, especialmente en la educación y la sanidad. Tras el parón veraniego, unas 5.000 personas han desafiado el cambio brusco de tiempo para salir a la calle y reclamar "servicios públicos de calidad".

Los indignados han tomado el centro de Barcelona dos días después de que se concretara un nuevo ajuste en el ámbito de la sanidad pública, al que la Generalitat ha exigido que recorte unos 1.000 millones de euros. Tras un año marcado por la clausura de plantas enteras en todos los hospitales, el de Sant Pau anunció que no atenderá visitas externas los viernes. Además, un ERE temporal afectará a la mitad de la plantilla. Por todo ello, la sanidad ha estado muy presente en los lemas coreados hoy desde la plaza de Catalunya, donde arrancó la protesta a las 19.00, hasta el Arc de Triomf.

A la protesta se sumaron las 50 personas que pasaron la noche del sábado frente a la Bolsa de Barcelona en protesta por la especulación financiera que, a su juicio, es responsable de los efectos de la crisis. Además del Gobierno catalán, la banca ha estado muy presente en los reproches de los manifestantes. Algunos de ellos hicieron pintadas con la palabra "culpables" en las oficinas que hallaron a su paso.

"Alumnos y pacientes no son clientes" fue uno de los lemas de la marcha, que transcurrió sin incidentes y bajo una discreta presencia policial. Cuatro enfermeras vestidas con sus batas blancas, que sostenían una pancarta frente a la estación de Francia, fueron ovacionadas por los indignados que pasaban frente a ellas. "A este paso, quien quiera servicios sanitarios va a tener que contratar una mutua", explicó una joven que se encontraba junto a las enfermeras. Como es habitual en las movilizaciones del 15-M, fue una manifestación transversal con jóvenes, ancianos y familias con niños.