El ejército tailandés patrulla las calles de Bangkok
Los militares, junto con agentes antidisturbios, salen a la calle para contrarrestar las manifestaciones de la oposición
El Gobierno tailandés ha desplegado unidades militares en Bangkok, capital del país, después de que las fuerzas antidisturbios cargaran por tercera vez para dispersar a los miles de seguidores de la Alianza del Pueblo para la Democracia (APD), que exigen la disolución del Parlamento.
La policía ha confirmado que una persona ha muerto al detonar un coche bomba junto a la sede parlamentaria, donde se ha producido el enfrentamiento entre los manifestantes y los agentes de policía, que llenaron las calles de gas lacrimógeno. Además se han registrado al menos 70 heridos de diversa consideración (un hombre ha perdido el pie y otro la pierna) cuando, al atardecer, la policía ha desmontado las barricadas con las que los manifestantes impedían el acceso al edificio, y 170 personas han tenido que ser atendidas por intoxicaciones por el gas.
El portavoz del ejército, el coronel Sunser Kaemkumners, ha negado los rumores de que se trate de un nuevo golpe de Estado, dos años después de que los militares derrocaran al Primer Ministro, Thaksin Shinawatra. "Iremos desarmados y patrullaremos las calles con la policía, ha afirmado Kaemkumners.
Cuatro meses de lucha
La oposición lleva cuatro meses exigiendo la caída del Gobierno, ahora dirigido por Somchai Wongsawat, al que acusan de tener secuestrada la democracia y al que consideran heredero del corrupto ex primer ministro Thaksin Shinawatra, que recuperó el poder en las elecciones del 27 de diciembre de 2007.
La excesiva carga ha forzado la dimisión del viceprimer ministro, Chavalit Yongchaiyudh, que ha presentado su dimisión a Somchai aceptando su responsabilidad en los disturbios. Sólo hoy han sido 70 los heridos en la manifestación ante el parlamento de Bangkok. Chavalit, el principal negociador del Gobierno con el partido de la oposición, la Alianza Popular por la Democracia (PAD, en sus siglas en inglés).
Chavalit sostiene que ha ordenado a las fuerzas del orden que se contuvieran en el uso de la fuerza, pero lo cierto es que ha habido cargas, gases lacrimógenos y explosiones para abrir un pasillo para que los diputados pudiesen entrar al Parlamento. Según la versión oficial, al menos un hombre ha perdido la pierna al estallar un bote de gases lacrimógenos. Los manifestantes trataban de impedir el primer discurso de Somchai ante el Parlamento tras ser nombrado hace un mes primer ministro.
El PAD, una coalición de empresarios, académicos y activistas, acusa al primer ministro Somchai de ser heredero de Thaksin Shinawatra, el ex primer ministro que tuvo que huir a Reino Unido el pasado mes de agosto acusado de corrupción. En realidad, son cuñados. Thaksin fue depuesto por un golpe militar en 2006 y se exilió, pero volvió a Tailandia cuando sus seguidores del Partido Poder del Pueblo recuperaron el poder en las elecciones de diciembre de 2007. Este verano tuvo que volver a exiliarse.
Irrupción en el día de investidura
Somchai iba a tomar hoy posesión de su cargo ante los diputados en sustitución de Samak Sundaravej, anterior primer ministro, que dimitió el mes pasado después de ser declarado culpable de un "conflicto de intereses". La manifestación sólo ha retrasado el discurso de Somchai, que ha llamado a la reconciliación nacional para acabar con tres años de crisis. "Este Gobierno está decidido a resolver los problemas económicos y a escuchar a todas las partes para encontrar una solución a la crisis", ha dicho en su discurso. Tras él, se ha escabullido por la puerta de atrás y un coche le ha llevado al helicóptero que le esperaba para abandonar el complejo parlamentario.
El PAD mantiene ocupadas las oficinas del Gobierno desde finales de agosto y Somachi gobierna desde un viejo aeropuerto donde ha instalado su cuartel general. Desde allí ha tratado de iniciar un diálogo con los opositores, pero no ha habido ningún progreso.
El pasado fin de semana, los cuerpos de seguridad detuvieron a los lideres de PAD Chamlong Srimuang, ex gobernador de Bangkok y militar retirado, y Chaiwat Sinsuwongse, acusados de insurrección, conspiración, reunión ilegal y desacato a la autoridad, cargos que pueden acarrear la pena de muerte.
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