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"Hillary, 1950"

Con la vista puesta en las elecciones de Pensilvania y tras la destitución de su jefe de campaña, Hillary Clinton humaniza su imagen con anuncios que muestran su infancia en un pueblo de ese Estado

Sólo son 30 segundos, pero los suficientes para dar por hecho que la campaña por conseguir los votos del Estado de Pensilvania ha comenzado y, más aún, que Hillary Clinton quiere ofrecer una imagen más humana y cercana de sí misma. Tras la drástica destitución de su jefe de campaña la semana pasada, la aspirante demócrata en la carrera hacia la Casa Blanca ha apostado por remodelar su imagen con la urgencia de quien se ve por detrás en la disputa y en los sondeos.

Sin Mark Penn, destituido por promover el tratado de libre comercio con Colombia, el nuevo equipo de Clinton, liderado ahora por la leal Maggie Williams, ha humanizado a la candidata. Una de las prioridades de Williams era dar una imagen más personal de Hillary. La salida de Penn, que hacía y deshacía dentro de la campaña, vino motivada por su apoyo descarado a un asunto que Clinton rechazaba de pleno, pero las tensiones dentro del equipo eran evidentes desde tiempo atrás. Penn, profesional reputado en las relaciones públicas de Nueva York, entendía que la ex primera dama no necesitaba cambiar su imagen, más bien reforzarla, pese al imparable ascenso del efecto Obama.

El frío y calculado gesto de Clinton, que se mostraba en sus anuncios como una mujer responsable y decidida, capaz de tomar decisiones con firmeza, ha sido sustituido por la pequeña Hillary de 1950, cuando la ex primera dama todavía no soñaba con prepararse a presidenta de Estados Unidos pero disfrutaba de largos periodos veraniegos al sol de la localidad de Scranton, en Pensilvania.

El anuncio comienza con la pequeña Hillary, con no más de cuatro años, caminando hacia la cámara con una sonrisa, y un sello claro: "Hillary, 1950". Clinton aparece con su padre y su madre mientras se suceden imágenes en color sepia de su infancia en Pensilvania, del pueblo donde vivió el sueño americano. Al menos, así lo indica la voz en off de la propia Clinton:

"Esta soy yo en Scranton, donde mi padre se crió y mi abuelo trabajó en una fábrica de zapatos. Cada agosto, nos apilábamos en el coche y nos dirigiamos a nuestra pequeña casa en el lago Winola. No había calefacción ni duchas en el interior, unicamente la alegría de una familia. Crecía con el sueño americano. Todavía tengo fe en ese sueño ?sólo ha sido abandonado un poco-. Necesitamos soñar otra vez, y os prometo que lo haremos. Soy Hillary Clinton, y apruebo este mensaje". Después cierra una frase, a modo de conclusión: "Una presidenta con la que nos irá bien".

Ese es el objetivo de los estrategas de la candidata, y de la propia Clinton: llegar a la fibra sensible del ciudadano estadounidense, y más concretamente del demócrata de Pensilvania, donde revela detalles de su biografía con una capa entrañable y una música emotiva a cambio de los votos que necesita para imponerse a Barack Obama, que parte como favorito en los sondeos de Pensilvania y está por delante en el recuento total de delegados.

A diferencia de la suya, la estrategia del senador por Illinois es perfecta. El mensaje "Yes, we can" recorre el país mientras Obama se presenta como un candidato con un perfil definido, donde a primera vista reluce la persona y el político, el afroamericano que se ha hecho a sí mismo y el líder que simboliza el espíritu del cambio. Ahora, con estos anuncios, Hillary se sube al tren del cambio, tal vez demasiado tarde, tal vez como un desesperado intento por no perder su billete a la Casa Blanca.

Imagen del anuncio de la nueva campaña de Hillary Clinton, que aparece cuando era niña.
Imagen del anuncio de la nueva campaña de Hillary Clinton, que aparece cuando era niña.

Clinton supera en seis puntos a Obama en Pensilvania

A dos semanas de las primarias de Pensilvania, la aspirante demócrata a la Casa Blanca Hillary Clinton mantiene una ventaja de seis puntos sobre su rival Barack Obama entre los posibles votantes, pero el senador por Illinois está reduciendo las diferencias, según un sondeo de Quinnipiac University publicado ayer.

Según el sondeo, Clinton tiene un 50% de apoyo, frente a un 44% de Obama. En la última encuesta del 2 de abril, Clinton tenía una ventaja de nueve puntos sobre el senador por Illinois, con un 50% frente a un 41%, informa la agencia Reuters.

Entre las mujeres de Pensilvania, el apoyo a Clinton sigue estable en un 54%, pero Obama ha ganado terreno en el nuevo sondeo con un 41%. En la encuesta anterior, un 37% de las mujeres respaldaba a Obama. El sondeo también muestra que entre los votantes blancos, Obama ha ganado cuatro puntos y alcanzado un 38% de apoyo, mientras que Clinton ha perdido tres puntos y se ha quedado en un 56%.

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