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La sabiduría de Francisco Ayala inaugura el Instituto Cervantes de Estocolmo

Los príncipes de Asturias abren la primera sede del centro en los países nórdicos

Miguel Ángel Villena

La princesa Victoria de Suecia se disculpó por no hablar español, pero a continuación dijo que "el Instituto Cervantes lo puede remediar a partir de ahora". La heredera del trono sueco clausuró de esta forma la inauguración de la sede de Estocolmo, que presidieron los príncipes de Asturias y que congregó a un centenar de personalidades de la política y de la cultura suecas. El escritor Francisco Ayala, cuyo nombre llevará la biblioteca del centro, protagonizó la apertura del primer Cervantes que comienza a funcionar en los países nórdicos.

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Don Felipe destacó en su intervención todas las cualidades que han convertido a Suecia desde hace décadas en un país admirable contemplado con ojos españoles. "Es una de las democracias más sólidas", manifestó, "un país con gran prestigio internacional, riqueza económica, alto nivel de bienestar social y profunda conciencia medioambiental".

Los príncipes de Asturias tuvieron palabras cariñosas para la princesa Victoria, con la que habían almorzado en compañía del resto de la familia real sueca, y agradecieron su respaldo a la inauguración del Cervantes, que se convirtió en una cita imprescindible para los fotógrafos de la prensa de Estocolmo.

No perdió ocasión don Felipe de subrayar que el instituto de cultura española es a la vez "español e hispanoamericano, pues enseña nuestra lengua común y no distingue entre los creadores de una y otra orilla del Atlántico que se expresan en español". "Aquí se podrán aprender también", explicó, "otras lenguas españolas, pues la pluralidad lingüística constituye una de las mayores riquezas que atesora nuestra nación".

En una manifestación de la pujanza del castellano desde hace siglos, el príncipe de Asturias se refirió a la reina más ilustre y famosa de los suecos, Cristina, quien en el siglo XVII aprendió español por sí sola y dejó escrita esta alabanza de una lengua que ya en aquella época tenía una dimensión universal. "La juventud que tenga capacidad", anotó la reina Cristina, "no deberá desdeñar, de manera ignorante, esta lengua porque probablemente con el tiempo no sólo será útil saberla en la Corte, sino también porque muchas cosas notables han sido escritas y descritas en ella".

Por su parte, César Antonio Molina, director del Instituto, citó a otro referente de la cultura sueca, el dramaturgo August Strindberg, para recordar su devoción por Miguel de Cervantes y por Pedro Calderón de la Barca. Ahora bien, Molina quiso mirar hacia el pasado inmediato y resaltó la tarea de los traductores suecos y españoles que han logrado un mejor conocimiento de ambas literaturas.

Fácil y divertido

No obstante, todas estas consideraciones pertenecen al pasado porque en la actualidad el español se juega el puesto de segundo idioma extranjero en Suecia, después del inglés, y en dura competencia con el francés y el alemán, que mueven también sus influencias en Escandinavia.

Por el momento, la partida parece ganada para el castellano, que cuenta con más simpatías entre el estudiantado sueco. De este modo, un reciente estudio oficial sobre las actitudes de los alumnos hacia los idiomas en la enseñanza secundaria muestra que los jóvenes han seguido los consejos dados por la reina Cristina de Suecia en el siglo XVII. Las conclusiones del informe revelan que el español les resulta a los estudiantes más divertido y fácil que el francés ("demasiado difícil") o que el alemán ("feo y aburrido"), al tiempo que juzgan al castellano más útil en sus viajes al extranjero. No sólo eso, sino que los jóvenes suecos aprecian en el español más posibilidades a la hora de lograr un trabajo en organismos internacionales.

Los padres y los profesores coinciden en que la preferencia por el castellano es lógica por su posición en la escena internacional y por la gran oferta de viajes a países hispanohablantes.

Buen conocedor de la sociedad sueca, el director del Cervantes de Estocolmo, Gaspar Cano, no quiere pecar de excesivo optimismo, pero resume así la situación: "El español es un idioma en auge en los países nórdicos mientras que el francés y el alemán están de capa caída".

"Hubiéramos deseado llegar antes a Suecia para atender el gran interés por la cultura hispana, pero ahora es un buen momento", manifestó César Antonio Molina, el máximo responsable de la institución cultural.

Los príncipes de Asturias, con Francisco Ayala y Carolyn Richmond, en el Instituto Cervantes de Estocolmo.
Los príncipes de Asturias, con Francisco Ayala y Carolyn Richmond, en el Instituto Cervantes de Estocolmo.EFE

"Mi mujer se empeña en que llegue a los 100"

Después de dos días de visitas a museos y de paseos por el centro histórico de Estocolmo, el escritor Francisco Ayala y su esposa, la profesora Carolyn Richmond, mantuvieron ayer un breve encuentro con los príncipes de Asturias unas horas antes de la inauguración del Instituto Cervantes.

Al escuchar los comentarios elogiosos de don Felipe sobre su vitalidad, el intelectual granadino contestó muy serio: "Mi mujer se empeña en que llegue a los 100 años y yo haré lo que pueda. Por mí desde luego no quedará".

Nacido en 1906 y autor de una vasta obra, que incluye la narrativa y el ensayo, Francisco Ayala se ha recuperado de algunos achaques de salud y presenta más el aspecto de un setentón despierto y curioso que el de una persona que está a punto de cumplir el siglo de vida.

La designación con su nombre de la biblioteca del Cervantes de Estocolmo, que comprende unos 5.000 títulos, ha llenado de orgullo al autor de Los usurpadores, que fue homenajeado ayer con la celebración de una mesa redonda sobre su obra y que hoy presentará en la capital sueca La invención del Quijote, su última obra, que será comentada por César Antonio Molina, director del mencionado instituto.

La organización del homenaje a Ayala no ha sido el único aliciente añadido de la apertura del Cervantes, ya que el público de la capital sueca podrá visitar una exposición de arte abstracto español de la colección del IVAM, titulada La línea roja, que muestra una selección de obras de Tàpies, Saura, Mompó y Millares, entre otros artistas.

Dentro de una semana de actos culturales, los hispanistas suecos podrán acudir mañana a una mesa redonda donde escritores en castellano, Enrique Vila-Matas y Clara Sánchez; en catalán, Emili Teixidor; y en gallego, Lui Rei, debatirán el tema de El paisaje de la memoria en la literatura española contemporánea.

Un ejemplo, como dijo ayer César Antonio Molina, de que el Instituto Cervantes ofrece la pluralidad lingüística de España.

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