La loba capitolina es dos mil años más joven de lo que se creía
La escultura, símbolo del origen de Roma, data del siglo XIV y no del V a. C., según un nuevo análisis
Un análisis con carbono 14 ha revelado que la conocida estatua de la Loba mitológica que amamantó a Rómulo y Remo y que se exhibe en los Museos Capitalinos de Roma no pertenece a la época etrusca como hasta ahora se había dicho, sino a la Edad Media, revelan hoy los medios locales.
Hasta ahora la estatua se fechaba en el siglo V antes de Cristo mientras que este nuevo análisis sitúa su realización más de mil años después, entre los siglos VIII y XIV después de Cristo. Según el periódico italiano La Repubblica, el Ayuntamiento de Roma conocía los resultados desde hace más de un año pero no los había hecho públicos.
Una sospecha conocida
La primera en indicar que la obra podría datar de la Edad Media fue la restauradora Anna Maria Carrubba, quien entre 1997 y el año 2000 participó en los trabajos de rehabilitación de la estatua. Carruba observó que para la realización de la Loba había sido utilizada una técnica de fundición adoptada durante la Edad Media. Asimismo, ya en anteriores ocasiones habían puesto en duda que la escultura fuera del siglo V antes de Cristo.
Según la leyenda, los gemelos Rómulo y Remo, cuyo padre era el dios Marte, fueron abandonados en el río Tíber por orden del rey Amulio, cuya hija había incumplido el mandato de virginidad que él le impuso cuando la obligó a dedicarse al culto de Vesta. Los hermanos fueron luego recogidos y amamantados por la loba Luperca y cuando crecieron fundaron Roma, según cuenta el mito.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.