Los ingresos generados por la industria musical no han variado entre 2005 y 2008
Según un informe de FEDEA (Fundación de Economía Aplicada), a pesar de la caída en la venta de discos en España, la industria musical mantiene su nivel de ganancias
La industria musical es igual de rentable que siempre: entre 2005 y 2008 las ganancias anuales se mantuvieron en torno a los 450 millones de euros. Lo que ha cambiado es la composición interna del negocio. Es la conclusión que presentó ayer Fedea (Fundación de Economía Aplicada), y que contradice frontalmente las voces alarmistas de las entidades de gestión, las discográficas y el Gobierno.
Precisamente la disposición incluida en la nueva Ley de Economía Sostenible (LES), que contempla el cierre de páginas web susceptibles de violar el derecho de propiedad intelectual, ha motivado este estudio, que la critica sin contemplaciones al considerar que "impedirá a personas o empresas que hayan adquirido legalmente las canciones y las hayan pasado a formato digital, poder compartirlas con otras personas interesadas".
A juicio de Michele Boldrin, prestigioso economista y uno de los artífices del informe, "la industria no se resiente porque la gente intercambie canciones". Boldrin considera que esta acción, al contrario, potencia la repercusión del músico, que se verá recompensado con la posibilidad de dar más conciertos en más lugares, hoy por hoy, la principal fuente de ingresos de los autores. Según el informe, los ingresos por actuaciones en vivo han pasado de 144 millones en 2005 a 309 millones tres años más tarde, y la tendencia es alcista.
Pero la industria musical tiene otras vías para alimentarse: el estudio dice que en los cuatro últimos años se ha multiplicado por cinco la venta de canciones en el mercado digital, o lo que es lo mismo: ha pasado de cinco a 36 millones de euros. Boldrin lo tiene claro: "El modelo de negocio es obsoleto, y resistirse al cambio, como pretende la LES, es un error. Es verdad que con el cambio al modelo digital muchos se quedarán por el camino: distribuidores, tiendas físicas, etc. Pero lo que hay que hacer es reinventarse".
"Una ley que defiende solo a músicos millonarios"
Boldrin solo ve ventajas en la transición a la era digital. Por ejemplo, la accesibilidad al mercado sin necesidad de pasar por el "monopolio" de las discográficas. "Cualquier músico, ahora, por muy pequeño que sea, puede mostrar y vender su trabajo en la red. Esto provocará que haya mucha más competencia, posiblemente las cuatro grandes discográficas de dividirán en muchas más y lo único que cambiará es que tocará a menos que antes. Ya no ganarán tanto dinero".
¿Y los músicos? Boldrin lo tiene claro: "Los músicos seguirán ahí, aunque no se forren como antes. Madonna, imaginemos, no dejará de tocar porque en un año gane, por ejemplo, 5 millones de euros en lugar de 20. Y además esto beneficiará a los artistas pequeños, que para dar un concierto ya no tienen que pasar irremediablemente por una gran compañía". Boldrin es tajante con la LES de Gobierno: "Es una ley que defiende los derechos de los grandes músicos millonarios y las entidades de gestión. Pero no a los ciudadanos ni a los músicos pequeños".
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