La industria cultural 'pierde' 1.000 millones al mes por la piratería
La factura de las descargas sin permiso triplica a la del consumo digital legal
Un internauta español enciende el ordenador. Navega un rato, escoge un canción y se la baja. Una vez, y otra, y otra. De cada cien canciones, de cada cien veces que descargue un tema, 95 serán piratas. Solo 5 de cada 100 canciones que hay en un ordenador español se han obtenido pagando. Esos son los pequeños números. Ahora saltemos a las grandes cifras: los contenidos digitales pirateados en España durante los últimos seis meses de 2009 tuvieron un valor de 5.121 millones de euros, el triple de lo que mueve el consumo regulado, 1.653 millones. Los datos proceden del informe Observatorio de piratería y hábitos de consumo de contenidos digitales, realizado por la consultora IDC -basándose en encuestas a 5.911 usuarios- para la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos, que agrupa a los principales entes de gestión de derechos de autor y de propiedad intelectual, como SGAE, EGEDA (de cine), Promusicae (que agrupa a la discográficas) o la Federación Antipiratería.
El 95% de la música en los ordenadores procede de fuentes no reguladas
Su presidente, Aldo Olcese, desgranó ayer los datos -a los que calificó como un "drama"-. Si el 95,6% de la música digital en España es pirateada, el cine alcanza el 83,7%; los videojuegos, un 52,3%, y los libros digitales, un 19,7%. En pérdidas económicas, el cine no ha ingresado 2.382,5 millones de euros; la música, 2.291 millones; los videojuegos, 246,2 millones, y los libros, 200 millones. Siempre según datos del estudio de la Coalición, en el que han excluido a los menores de 16 años (probablemente los que más acceden a las descargas no reguladas) y a los mayores de 55. "Los datos reales", asegura Olcese, "serían peores".
Antonio Guisasola, presidente de Promusicae, insiste en que en la música hay suficientes webs de descargas legales "como para que un internauta encuentre lo que quiere". Guisasola insiste en la "blandura" de la Ley de Economía Sostenible, en cuya Disposición final segunda se regulará el cierre de webs de descargas. "Es nuestro único atisbo de esperanza. Necesitamos medidas urgentes. Hace diez años había diez artistas jóvenes españoles entre los 50 que más vendían. El año pasado como revelación solo entró en el listado Pitingo. En 2010, nadie".
Aldo Olcese saca un dato del informe: el 80% de los encuestados reconoció utilizar el P2P (intercambio directo de archivos) para bajarse ocio, y un 43%, webs de descargas. "La Ley de Economía Sostenible no va a hacer nada para detener a ese 80%, al contrario de como se regula en Francia o Alemania. El Gobierno se escuda en que cada usuario es un voto. Pero, ¿y los ciudadanos que perdemos dinero? Más aún, si se clausura una agencia de valores, primero se interviene y después, por supuesto, se puede recurrir al juez. Solo en nuestro caso hace falta primero el juez". Guisasola pone un ejemplo parecido: "Si alguien se salta la ley conduciendo, primero se le multa y después podrá recurrir". Olcese insiste: "Se ha vuelto a prorrogar el periodo de admisión de enmiendas a la Ley, con lo que no se aprobará hasta después del verano. Otros tres meses más en los que perderemos 1.000 millones de euros cada 30 días, que es la cifra que perdemos actualmente".
En el Ministerio de Cultura han sido cautos valorando el informe (que se realizará semestralmente), porque les llegó ayer y no lo habían estudiado en profundidad. "Es mucho en cualquier caso", aseguraban desde la dirección general de Industrias Culturales, que lidera Guillermo Corral. "Con independencia de lo ajustado de los datos, el problema es serio. Se pierden oportunidades de empleo y riqueza; por eso se persigue una estrategia combinada para fomentar la oferta legal", comentaba un portavoz.
Y en el horizonte, el libro digital. "Los datos se refieren al último semestre de 2009, cuando casi no había lectores digitales. En el siguiente Observatorio tememos que se disparen", comenta Olcese. "Al día siguiente de presentar mi último libro, ya estaba en la web. Y yo no soy un escritor de best sellers. También es muy preocupante el futuro de los medios de comunicación digitales. Si hay gente que no paga por un disco, menos lo hará por un periódico digital".
Babelia
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