La SGAE ventila sus miserias
La comisión de investigación cifra en 145 millones los derechos de autor sin adjudicar y tilda a Bautista de "absolutista" - La actual dirección quiere vender la red de teatros
"Megalómano", impulsor de "proyectos faraónicos y mastodónticos", "visionario", "líder carismático, indiscutido e indiscutible" o favorecedor del "clientelismo". Ramón López Vilas, exmagistrado del Tribunal Supremo y presidente de la comisión de investigación encargada por la SGAE a raíz del escándalo de desvío de fondos que destapó la Operación Saga en julio, se refirió así al expresidente del consejo de dirección de la sociedad, Eduardo Teddy Bautista, durante la presentación de dicha auditoría. El documento se basa en la investigación de las cuentas realizada por Ernst & Young y achaca parte de los problemas de la entidad a la personalidad de su expresidente (imputado en el caso y que ha demandado a la SGAE por despido improcedente) y a la concentración de poder que acumuló durante 30 años. Un paso más, quizá esta vez exagerado, en el camino que recorre la sociedad para refundarse a toda prisa y soltar el lastre del pasado. Por amortizar, en suma, la caída de Bautista.
El informe: "La inversión en Arteria carecía de plan y estudio de mercado"
"Nuestra labor", dice el portavoz de la junta, "no es gestionar teatros"
López Vilas, por cierto, cobrará alrededor de 70.000 euros por su informe (la mitad, dice, de lo que suele percibir por un trabajo así, a lo que además hay que sumar los honorarios de Ernst & Young), que en realidad no aporta prácticamente ningún dato que no contenga el sumario de la Operación Saga. La citada investigación, apoyada también en 49 entrevistas realizadas a trabajadores de la SGAE, es más bien una hoja de ruta para el futuro. Eso sí, confirma rigurosamente las enormes cantidades de dinero desviadas a SDAE, la filial de la SGAE que controlaba José Luis Rodríguez Neri, principal imputado del caso, y al resto de sociedades que formaban el entramado societario que investiga el magistrado de la Audiencia Nacional Pablo Ruz.
"Los órganos de gobierno de la SGAE estaban secuestrados. Teddy Bautista llegó a la paradoja y a la patología de nombrar él mismo a los miembros del Consejo de Dirección. En vez de controlarle a él, les controlaba a ellos. "Bautista podría haber dicho: 'La SGAE c'est moi", soltó un histriónico López Vilas comparándole con el rey absolutista francés Luis XIV. "La presidencia se ejercía de forma muy agresiva con las posiciones no ya contrarias, sino meramente críticas", señala el informe. El exmagistrado y su equipo creen que la SGAE se excedió ampliamente en sus atribuciones e "invadió con desmesura sectores como el inmobiliario". Eso es la red de teatros Arteria, un patrimonio adquirido con la idea original de promocionar jóvenes talentos, aunque su programación desmienta ese buen propósito. Según Ernst & Young, hasta septiembre de 2011 Bautista autorizó una inversión de 255,1 millones de euros para la compra de teatros (215 millones en España y 40,1 en el extranjero). El exmagistrado, que se entrevistó con Bautista durante 12 horas, asegura que "estas inversiones no tenían plan de negocio ni estudio de mercado que las justificara".
Además, recordó que parte del dinero con el que se han comprado estos 12 teatros (en tono ridiculizante López Vilas reveló que Bautista los llamaba "incubadoras de conocimiento y espacios teatrales") procedía de los derechos cobrados sin identificar y por tanto, no pagados. Actualmente, los derechos sin identificar ascienden a 145 millones de euros.
El portavoz de la junta directiva, Sabino Méndez, asegura que la SGAE iniciará un proceso para vender el patrimonio acumulado. Adiós a los teatros (alguno está todavía en construcción) y más atención a los socios. "Propondremos que la venta se haga progresivamente y sin histerias. Estudiando cada caso para no malvender nada". Méndez coincide con la auditoría en mejorar los mecanismos para localizar a los autores de los derechos. "El objetivo es que desaparezca esa cantidad que se adeuda. Esa es nuestra labor, y no dedicar el tiempo a gestionar teatros". Dichas inversiones, en ocasiones, se realizan utilizando como aval los derechos. Y eso es lo que más incomoda ahora a los socios y a la actual directiva. "Son préstamos altísimos por un asunto que no rinde. Fundación Autor tiene que ser una verdadera fundación", pide Méndez.
Al frente de Arteria se encontraban Ángel Quintanilla y Emilio Cabrera (este último, primo carnal de Bautista, según López Vilas). La auditoría señala el paralelismo que existía en el funcionamiento de esta área (gestionada por la Fundación Autor, dependiente de la SGAE) y la división digital que controlaba Neri (cuyo desvío de fondos propició la imputación del propio Teddy Bautista).
Como ya reveló el sumario, la SGAE desvío 86,1 millones a su filial SDAE y a las empresas Portal Latino y Microgénesis. Posteriormente, esta última, controlada por Neri (su esposa y su hija eran socias), recibió más de 40 millones de euros de ese fondo a cambio de trabajos que no han quedado acreditados. En cuanto al nombramiento de Neri, López Vilas aseguró que "se hizo con frivolidad y ligereza" por parte de Bautista: "Solo le faltó decir: 'Es mi amigo Pepe, que tiene la oficina aquí enfrente". Con el sistema electoral reformado, mañana, una asamblea extraordinaria decidirá la fecha de las elecciones, previstas para enero.
Los desmanes de la entidad, en cifras
- Una Arteria de 251 millones. Esa es la cantidad que la SGAE, una entidad que debería dedicarse a gestionar los derechos de autor, ha invertido en patrimonio inmobiliario. La auditoría revela que se compraban inmuebles "sin estudio de mercado ni plan estratégico".
- 40.000 euros en prostitutas. Pedro Farré, exasesor de Teddy Bautista, pagó con la tarjeta de la SGAE, y durante seis meses, esa cantidad en prostíbulos de Madrid. Fue despedido.
- 145 millones sin identificar. La SGAE recauda y luego pregunta. Así funcionan la mayoría de sociedades de este tipo. Tiene acumulada una bolsa de 145 millones de euros en calidad de derechos cobrados y a cuyos autores no ha identificado. Si nadie los reclama, prescriben y la entidad se queda con ellos.
- 86,1 millones invertidos para renovación tecnológica. Es lo que desvió SGAE a su filial digital SDAE (Sociedad Digital de Autores y Editores, hoy desmantelada), controlada por el imputado José Luis Rodríguez Neri. De ese dinero, 40 millones fueron a parar a su exempresa (cuyos socios eran entonces su esposa y su hija).
- 8,8 millones en proyectos fallidos. Se han iniciado proyectos inmobiliarios en Boadilla, Zaragoza, Valencia y
Madrid que no se llevaron a cabo y por los que hubo que abonar casi nueve millones.
- Un sueldo de 313.000 euros. Neri ganaba más que su presidente: disfrutaba de una nómina de 313.000 euros al año.
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