Negro con futuro para la 080
Txell Miras, Miríam Ponsa y Miquel Suay siembran la austeridad en la pasarela barcelonesa
La segunda jornada de desfiles en la pasarela Barcelona 080, que cierra hoy,arrojó un panorama de sobriedad para el próximo invierno. Las lavanderas de Miriam Ponsa, los cortes inspirados en los guerreros orientales de Miquel Suay y el no-color de Txell Miras fueron oscuras, pero el certamen vio un poco más de luz respecto a su futuro después de que el candidato a la alcaldía de CiU, Xavier Trias, confiara en que el 080 tendrá continuidad "porque un proyecto de moda debe mantenerse 15 años mande quien mande para que sea coherente y sostenible", aunque admitió que tal y como están las arcas públicas habrá que cambiar algunas cosas "porque es necesario apoyar a los jóvenes, pero sin menospreciar a los consagrados".
Quién no tiene dudas es Txell Miras, que ayer por la tarde volvió a dejar claro que lo suyo es el "fundido a negro", (y también el título de su colección)- y recreó la penumbra- eso sí, les colocó una lámpara minera a las modelos para que no tropezaran por el andamio por el que debían bajar -con sus camisetas desestructuradas, pantalones pitillo con acolchados (les sobraba tanto bolsillo y cremallera), cuellos extragrandes y unas aplaudidas chaquetas militares estilo 'vintage'.
Si en su anterior colección invernal el valenciano Miquel Suay rendía homenaje al vigésimo aniversario del muro de Berlín, ayer sorprendió con un hombre sofisticado y urbano pero al estilo samurai, con pantalones abombados que se aprisionan con una cinta al tobillo, chaquetas tipo coraza y grandes volúmenes. Sólo dejó asomar el color cereza y el mostaza hacia el final, rompiendo la sobriedad de sus guerreros con chalecos futuristas brillantes y acolchados que no se acababan de entender entre tanta tinta china.
Suay, que se estrenaba en este escenario, explicó que aunque desconoce la repercusión que tendrá su paso por el 080, está convencido de que tendrá más eco internacional que si lo hiciera en cualquier otro escenario nacional, "porque es la única que tiene un enfoque distinto de lo que son otras pasarelas, y porque la visión es más independiente que comercial".
Miriam Ponsa, habitual del 080, volvió a convertir la tradición en última tendencia convirtiendo la pasarela en un lavadero - cabe destacar el detalle de hacer subir a dos "lavanderas" encima del andamio-, en el que destacaron los pantalones de 'patchwork', los tejidos claros teñidos con gotas y combinados con el látex -material fetiche en sus diseños- para crear el efecto mojado, y los jerséis de lana desgastados.
Ayer también desfilaron Josep Abril, con pantalones de pana y trajes de raya diplomática, el dúo de diseñadores Cardona Bonache, los más coloristas con sus estampados digitales, y la andaluza Justicia Ruano, que debutó con una colección de ropa de cóctel y fiesta inspirada en el Art Déco.
El 080 cierra hoy con los desfiles de Omar Kashoura, Celia Vela, Schipper/Arques, Miguel Bolaño, Yiorgos Eleftheriades y con la entrega de premios.
Babelia
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