Canarias: diez años sin corridas
Las corridas de toros están prohibidas en Canarias desde abril de 1991. En la Ley de Protección de los Animales no se cita expresamente este asunto pero lo cierto es que, desde hace diez años, no se organiza un festejo en ninguna de las tres plazas- dos de Gran Canaria y una en Tenerife-. Y es que el articulado de la ley no ofrece dudas. El punto 2 prohíbe "maltratar a los animales o someterlos a cualquier práctica que les pueda suponer sufrimientos" y el 5 sanciona "la utilización de animales en peleas, fiestas, espectáculos y otras actividades que conlleven maltrato, crueldad o sufrimiento". Se considera que las corridas son espectáculos cruentos.
La tramitación de la ley fue muy polémica, pero no por lo que a las corridas se refería. La posibilidad de que también se acabara con las peleas de gallos, un espectáculo con muchas tradición en las islas con más de 9.000 aficionados y 24 asociaciones legamente constituidas, fue lo que alarmó a sus seguidores.
El texto reconoce que "son tradiciones cruentas, impropias de una sociedad moderna y evolucionada", pero se limita a prohibir su expansión, el fomento desde las instituciones públicas, la construcción de recintos y limitando su acceso a recintos cerrados y a mayores de 16 años. "Si la tramitación de la proposición de ley dura dos semanas más, hubiéramos terminado por regular hasta las hormigas y las personas", recordaba ayer el diputado socialista Julio Cruz.
Lorenzo Olarte Cullen, entonces presidente del Gobierno de Canarias y gran aficionado a los toros lo ve de otra manera. "Se trata de una ley de protección de los animales domésticos y el toro bravo no lo es. En Canarias, los toros no están prohibidos expresamente".
Babelia
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