"Calor, comida y fiesta"
Las universidades españolas son las favoritas del programa Erasmus pese a su modesto nivel académico
"En Italia sabemos que el Erasmus se hace en España y punto", sentencia Chiara, italiana de 24 años. Estudió Derecho durante un año en la Universidad Carlos III en Madrid. Su caso no es aislado. Tan sólo este año, las aulas españolas han acogido a 27.008 alumnos de un total de 160.000 estudiantes de Erasmus (programa europeo de intercambio de alumnos universitarios). Es decir, uno de cada seis jóvenes eligió este país. Los acentos son variados; las razones, las mismas. El calor, la comida y la fiesta. Por quinto año consecutivo, España es el principal destino de los estudiantes que participan en el programa Erasmus.
Erasmus (acrónimo en inglés de Plan de Acción de la Comunidad Europea para la Movilidad de Estudiantes Universitarios) es un programa de gestión de diversas administraciones públicas por el que se apoya y facilita la movilidad de los estudiantes y profesores universitarios dentro de los Estados miembros de la Unión Europea (UE). Se creó en 1987 y en él participan, además de los 27, los tres países del Espacio Económico Europeo (Islandia, Liechtenstein y Noruega) y Turquía. Los alumnos están becados, aunque la cuantía depende del país de origen y no cubre todos los gastos de estancia.
España, desde el origen del programa, tuvo un gran éxito entre los participantes hasta el punto de convertirse en el país más elegido por los estudiantes en los últimos cinco años. Y esto a pesar de que las universidades españolas están a la cola entre los países avanzados.
"Es injusto que por unos nos califiquen a todos"
Un estudio de noviembre del Lisbon Council entre 15 países europeos, Australia y Estados Unidos señala que las universidades españolas ocupan el último lugar en calidad educativa. Pero el dato no parece importar a los veinteañeros que han hecho de España el destino favorito del programa Erasmus. Los reunidos en un bar de Huertas, en una de las múltiples fiestas organizadas en Madrid para albergarles, dan fe de ello.
"Es un país muy divertido; hay mucha fiesta", dice Christian, un estudiante austriaco de 23 años. "El clima" es la principal razón por la que eligió este lugar frente a otro intercambio posible en Australia. Ahora estudia un semestre de Derecho en la Universidad Carlos III de Madrid. Después de Andalucía y Cataluña, Madrid es la tercera región española en turismo educativo, según la oficina de Turismo de la Comunidad de Madrid. Por ciudades, Madrid ocupa también el tercer lugar, después de Málaga y Salamanca.
Por su parte, Marta, polaca de 24 años, rechaza que todos los estudiantes que eligen España lo hagan sólo por la juerga. "Es injusto que por unos nos califiquen a todos", afirma, aunque reconoce que el buen tiempo, la gastronomía y la diversión son las razones por las que la mayoría de los estudiantes elige España. La joven, estudiante también de Derecho, afirma que ella apostó por este país no por la fiesta o el clima, sino por aprender el castellano. "Lo demás son ventajas de sobra", concluye.
España ha acogido este curso a 27.008 alumnos de los 160.000 estudiantes de Erasmus, le siguen Alemania con 22.427 y Francia con 21.561. ¿Y a dónde van los españoles? A Italia (4.600), Francia (3.300), Reino Unido (2.800) y Alemania (2.500). En cuanto a los intercambios realizados con los nuevos Estados miembros, Polonia fue el país más solicitado, con 250 becados españoles, seguido por la Republica Checa, con 222.
Los números de Erasmus
2.199 centros de estudios superiores de 31 países participan en el programa educativo Erasmus. Desde su creación, en 1987, más de dos millones de estudiantes han realizado intercambios. En 2008, 160.000 universitarios participaron en el programa. Aproximadamente uno de cada seis eligió España como destino.
¿En qué consiste?
El programa Erasmus asegura a los alumnos becados cursar estudios durante un periodo de tres a 12 meses en una universidad o en un centro superior de otro país participante. Los estudios serán reconocidos en el país de origen a través del Sistema Europeo de Transferencia de Créditos.
Babelia
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