Regreso al hogar
En 1994, un desconocido joven de 24 años creó con apenas 200.000 dólares una desternillante comedia basada en la pureza del diálogo, la grandeza de la réplica, cierta incorrección política, un toque cinéfilo y una gran frescura en su propuesta. Ambientada exclusivamente en un estanco en el que también se alquilaban películas y se vendían diversas chucherías, Clerks se convirtió pronto en una película de culto para toda una generación.
Un total de 12 años después, y tras una carrera repleta de bandazos, Kevin Smith, su autor, regresa al universo que le dio fama y a los mismos personajes en Clerks 2, una película que parece un acto de confesión del cineasta expresado en boca de sus propias criaturas de ficción: una década más tarde nadie ha crecido, el director no ha tenido más remedio que regresar a su Ítaca y los chicos del estanco apenas han evolucionado mental o profesionalmente.
CLERKS 2
Dirección: Kevin Smith. Intérpretes: Brian O'Halloran, Jeff Anderson, Rosario Dawson, Jason Mewes. Género: comedia. EE UU, 2006. Duración: 97 minutos.
El complejo de Peter Pan de Smith es evidente y así se ocupa de confirmarlo a través de la trama de su nueva obra. Tras fracasar en los preparativos de un Superman para los grandes estudios que no pasó de la fase de preproducción; deambular en comedias sin gracia como Mallrats (1995); provocar sin fundamentos de peso en Dogma (1999); realizar un patético homenaje a la paternidad en la meliflua Jersey Girl, y acertar únicamente en la preciosa Persiguiendo a Amy (1997), Smith parece haber llegado a la conclusión de que no quiere crecer en materia profesional. Él no está hecho para la acción. Su hogar es la esquina de siempre del barrio, su afición es estar acompañado de sus amigos y sus pretensiones no van más allá de ligar de vez en cuando, ver por enésima vez sus películas favoritas y sacar a relucir sus manías cinematográficas. En eso consistía la original Clerks. De eso va esta segunda parte. Y no mucho más allá parece querer llegar el director.
Otro asunto es que la originalidad de la propuesta de 1994 se mantenga intacta. Ya no sorprenden tanto las letanías sexuales de Jay, la cara de pasmo de Bob el silencioso, la procacidad de Randal y las dudas existenciales de andar por casa de Dante. Sin embargo, aunque su comicidad no siempre acierte en el centro de la diana, Clerks 2 mantiene una pequeña parte de su frescura y, como no, ese inconfundible fanatismo cinematográfico de Smith, tendente a definir de la forma más sencilla, original y jocosa cualquier película. Como esa impagable definición de la saga de El señor de los anillos como "una película de gente andando".
Babelia
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