Parodia de la participación
Conservas presenta durante tres días el humor corrosivo de 'Realidades avanzadas'
Humor corrosivo y crítica política se entrelazan en Realidades avanzadas, la última producción de la compañía teatral Conservas, fundada y dirigida por Simona Levi, que se presenta desde hoy y hasta el viernes en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Barcelona (Montalegre, 6). Se trata de un espectáculo atípico en todos los aspectos. No sólo no se representa en un espacio escénico, sino que involucra al público en la acción mediante diferentes sistemas telemáticos, que permiten la participación de todos y cada uno de los espectadores. Además de ser gratuito, es el primer espectáculo copyleft, en el sentido que una vez finalizada la función el espectador podrá llevarse -a precio de coste (tres euros)- un DVD con toda la información, textos, vídeos, músicas e imágenes, que conforman el montaje.
El montaje es 'copyleft' porque es gratuito y el público puede llevárselo en DVD
"Es una obra cómica que parodia los mecanismos de la democracia participativa y reflexiona sobre las cuestiones inherentes a la propiedad, repartidas en tres áreas temáticas: la propiedad inmobiliaria, inmaterial y del espacio público", explica Simona Levi, que, en esta ocasión, comparte la dirección con Marc Sempere. La acción se sitúa en un estado democrático que convoca a los ciudadanos a tomar decisiones cruciales. A la entrada el espectador recibe cuatro cartulinas de diversos colores, que le servirán para participar en las continuas votaciones que proponen -desde el escenario- las dos moderadoras (las actrices Judit Saula y Elisa Blanco) de una ficticia asamblea legislativa de emergencia. Un software, por supuesto de código libre, se encarga de contabilizar los votos, escaneando a través de una cámara las cartulinas coloreadas que el público debe levantar, proporcionando los resultados de la consulta de forma inmediata. "Utilizamos la ironía para dar a conocer la legislación sobre la propiedad y explicar cómo el capitalismo la utiliza para atentar contra los derechos a una vivienda digna, al espacio público y al conocimiento", señala Levi. Así el público sabrá que, por ejemplo, tanto la canción del cumpleaños feliz como el click del ratón son sonidos registrados y por tanto pertenecen a alguien que, en principio, podría cobrar cada vez que se reproducen.
Realidades avanzadas tiene su génesis en una videodenuncia "sobre las estrategias de las inmobiliarias y las entidades financieras" que apareció en YouTube en octubre de 2006, justo antes de las elecciones, y que desencadenó airadas reacciones, ya que incluye fragmentos grabados con cámara oculta en varias inmobiliarias y en la propia oficina antimobbing del Ayuntamiento de Barcelona, donde "se asiste a la máxima paradoja de una empleada de una institución creada para proteger el ciudadano, que le invita a rendirse a las presiones para evitar problemas mayores", denuncia Levi. A petición de una conocida caja de ahorros, que aparece en la filmación, la obra fue censurada en YouTube, pero por el efecto boomerang su presencia en la Red se multiplicó y ahora da inicio y contextualiza el espectáculo.
En la sección relativa a la propiedad del conocimiento, Conservas dirige sus ataques hacia la Sociedad General de Autores y Editores y otras asociaciones similares que, según Levi, "bajo el pretexto de proteger a los creadores, defienden los intereses de las grandes industrias del ocio e intentan impedir el cambio y el uso democrático de las nuevas herramientas".
Realidades avanzadas es el tercer montaje de Conservas (www.conservas.tk), compañía que desde hace cuatro años organiza InnMotion, festival que se celebrará la primera semana de julio en el CCCB.
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